Me agarró con fuerza de la mano,
sonreí e ingerí otro rohipnol.
Éramos sólo dos perros abandonados,
perdimos el control.
Caminamos deprisa y sin rumbo.
Aquel día abrasaba el sol.
Cruzamos corriendo las siete autopistas,
perdimos el control.
Conocimos a una tal Amparo,
dijo "No hay más que alivio y dolor",
nos guió hasta aquel cementerio de gatos en el que...
perdimos el control.
Y quisimos salir de allí...
La miré y ella balbuceó,
ocurrió algo confuso y después la perdí,
habíamos perdido el control.
Y nos creímos ángeles,
y hasta ella quiso volar.
Y lo hizo tras dejarme aquel
mensaje aún por contestar:
"¿Dónde estás, corazón? ¿Te has cansado de mí?
Yo estoy en el balcón y ¿sabes?, voy a saltar."
Se rió -"¡JA JA JA!"- y después se cortó.
No hice más que vagar por un tiempo,
traté de limitarme al alcohol,
intenté no sumirme en la locura
o perdería el control.
Conocí a una mujer en Conill
Disfrutamos del mar y del sol
Un mal día le dije: "Esto te gustará, pero
perderemos el control."
sonreí e ingerí otro rohipnol.
Éramos sólo dos perros abandonados,
perdimos el control.
Caminamos deprisa y sin rumbo.
Aquel día abrasaba el sol.
Cruzamos corriendo las siete autopistas,
perdimos el control.
Conocimos a una tal Amparo,
dijo "No hay más que alivio y dolor",
nos guió hasta aquel cementerio de gatos en el que...
perdimos el control.
Y quisimos salir de allí...
La miré y ella balbuceó,
ocurrió algo confuso y después la perdí,
habíamos perdido el control.
Y nos creímos ángeles,
y hasta ella quiso volar.
Y lo hizo tras dejarme aquel
mensaje aún por contestar:
"¿Dónde estás, corazón? ¿Te has cansado de mí?
Yo estoy en el balcón y ¿sabes?, voy a saltar."
Se rió -"¡JA JA JA!"- y después se cortó.
No hice más que vagar por un tiempo,
traté de limitarme al alcohol,
intenté no sumirme en la locura
o perdería el control.
Conocí a una mujer en Conill
Disfrutamos del mar y del sol
Un mal día le dije: "Esto te gustará, pero
perderemos el control."