Gris, la noche era gris,
contemplaba absorto las manchas de orín,
goteras como el Rhin.
De p***to, un grito de horror,
de pie en un salto, tuve que ser yo,
no había nadie más que yo.
Y encima de mí, aquel resplandor,
el hombre acuarela tiñó mi dolor
de este pálido color.
Una casa que arde enfrente del mar,
se me quema la carne
y mi alma comienza a sudar.
Sí, vuelvo a despertarme aquí,
no hay más que cenizas,
necesito huir, no tengo adonde ir.
De p***to vi un atisbo de luz,
me parto de risa y provoco un alud,
mi júbilo, un alud.
Me cubrió por completo, dejé de sufrir.
Así creí haber muerto,
pero p***to volví a sentir.
Olorosa es mi sangre, vendrán hasta aquí.
Vendrán muertos de hambre
y darán buena cuenta de mí ...
de mí ...
contemplaba absorto las manchas de orín,
goteras como el Rhin.
De p***to, un grito de horror,
de pie en un salto, tuve que ser yo,
no había nadie más que yo.
Y encima de mí, aquel resplandor,
el hombre acuarela tiñó mi dolor
de este pálido color.
Una casa que arde enfrente del mar,
se me quema la carne
y mi alma comienza a sudar.
Sí, vuelvo a despertarme aquí,
no hay más que cenizas,
necesito huir, no tengo adonde ir.
De p***to vi un atisbo de luz,
me parto de risa y provoco un alud,
mi júbilo, un alud.
Me cubrió por completo, dejé de sufrir.
Así creí haber muerto,
pero p***to volví a sentir.
Olorosa es mi sangre, vendrán hasta aquí.
Vendrán muertos de hambre
y darán buena cuenta de mí ...
de mí ...