Fue el teléfono el primer instrumento
en dar impulso al latido
y arritmia al concierto de emociones,
suicidas sentimientos
y encuentro en la primera estación.
Luego las flautas por el viento
y los labios compusieron
la parte más dulce
y amable cuando todo
es primero
y lo primero es estar
el uno sin el dos.
Con las maracas, panderetas y congas
descubrimos que el s**o
sin ritmo es tan sieso
como el mundo sin risa
y que la prisa es contraria
al tiempo del amor
De los tambores, las guitarras y el house
vinieron timbres subgraves;
frecuencias de cuernos y combates,
de celos con reencuentros.
Reclamaba la situación.
Y las trompetas
dieron el toque de quédate
en casa
y no partas más.
Que los violines
y el corazón
se han fundido en el himno
que suena a ti.
Y las campanas
doblan por tiempos
de hoguera, pequeños,
presente y tú.
en dar impulso al latido
y arritmia al concierto de emociones,
suicidas sentimientos
y encuentro en la primera estación.
Luego las flautas por el viento
y los labios compusieron
la parte más dulce
y amable cuando todo
es primero
y lo primero es estar
el uno sin el dos.
Con las maracas, panderetas y congas
descubrimos que el s**o
sin ritmo es tan sieso
como el mundo sin risa
y que la prisa es contraria
al tiempo del amor
De los tambores, las guitarras y el house
vinieron timbres subgraves;
frecuencias de cuernos y combates,
de celos con reencuentros.
Reclamaba la situación.
Y las trompetas
dieron el toque de quédate
en casa
y no partas más.
Que los violines
y el corazón
se han fundido en el himno
que suena a ti.
Y las campanas
doblan por tiempos
de hoguera, pequeños,
presente y tú.