Pasado el tiempo de admiración,
donde el respeto en cada mirada
limaba el roce de vivir
como un unguento de pomada.
Y seco el tarro seco el humor,
por cada beso una bofetada.
Ya no me quieres como yo,
no hay contrapeso a esta balanza.
Al otro lado de la bondad
se forja el hierro que tu demonio
ha ido clavando en mi moral,
como el amargo del pomelo,
la resaca del alcohol,
así me suena tu canción.
Porque los palos sientan fatal.
Si no me zurran no me espabilo,
este romance de arena y cal
es un castigo del destino.
Y golpe a golpe aprendo a callar,
que por la boca enredo las cosas.
No tengo huevos de marchar.
Como el amargo del pomelo,
la resaca del alcohol,
así me suena tu canción.
En esta noche quiero jugar
con tus virtudes y mis defectos,
hacer de tripas caramelo
y corazón de mi dolor.
A ver si aprendo a hacer de marrón,
color de vida y punto de encuentro,
de la esperanza una misión
y del amargo del pomelo
la resaca del alcohol,
el escribir yo esta canción.
donde el respeto en cada mirada
limaba el roce de vivir
como un unguento de pomada.
Y seco el tarro seco el humor,
por cada beso una bofetada.
Ya no me quieres como yo,
no hay contrapeso a esta balanza.
Al otro lado de la bondad
se forja el hierro que tu demonio
ha ido clavando en mi moral,
como el amargo del pomelo,
la resaca del alcohol,
así me suena tu canción.
Porque los palos sientan fatal.
Si no me zurran no me espabilo,
este romance de arena y cal
es un castigo del destino.
Y golpe a golpe aprendo a callar,
que por la boca enredo las cosas.
No tengo huevos de marchar.
Como el amargo del pomelo,
la resaca del alcohol,
así me suena tu canción.
En esta noche quiero jugar
con tus virtudes y mis defectos,
hacer de tripas caramelo
y corazón de mi dolor.
A ver si aprendo a hacer de marrón,
color de vida y punto de encuentro,
de la esperanza una misión
y del amargo del pomelo
la resaca del alcohol,
el escribir yo esta canción.