Cuando la noche terminó,
cuando sus ojos se cerraron,
dejó sus manos de pulsar
las viejas teclas del piano.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.
Día tras día en un rincón
entre miles de partituras
noche tras noche la sensación
de estar cerca de la locura.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.
Viejos acordes se le vuelven a escapar
cuando sus manos dejan de vibrar
llegó la hora de empezar
llegó la hora de luchar
llegó la hora de cerrar y partir.
Una mañana en una canción
se puso a hablar con su piano
y este le dijo sin ilusión
que el tiempo le había fallado.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.
cuando sus ojos se cerraron,
dejó sus manos de pulsar
las viejas teclas del piano.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.
Día tras día en un rincón
entre miles de partituras
noche tras noche la sensación
de estar cerca de la locura.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.
Viejos acordes se le vuelven a escapar
cuando sus manos dejan de vibrar
llegó la hora de empezar
llegó la hora de luchar
llegó la hora de cerrar y partir.
Una mañana en una canción
se puso a hablar con su piano
y este le dijo sin ilusión
que el tiempo le había fallado.
Se excitó al soñar
triste hacia el pensar
en unas teclas de goma
que no pueden sonar.