Ni el último ni el primero
el más dulce y elegante
ni demasiado sincero
ni cortito en lo tunante.
Ni valiente ni prudente
para decirme te quiero
no quieras ser el más guapo
entre todos los morenos.
El amor es el agüita
que me alivia del desierto
vente y aprende conmigo
no quieras ser mi maestro.
No te hace falta estatura
la tiene ya tu persona
tengo una sombra chiquita
que se cobija en tu sombra.
Esta hora de los besos
en que por ti me daría
a tu capricho y merced
hasta las claras del día
no te hacen dueño, mi vida
de las otras veintitrés.
Pero sabes que son tuyas
si tu las quieres tener.
Y yo ni dama ni dueña
ni juguetito a tu antojo
yo quiero ser la candela
que han encendido tus ojos.
Ni discreta ni celosa
ni hembra que se equivoca
ni corta ni perezosa
para perderme en tu boca.
Esta hora de los besos
en que por ti me daría
a tu capricho y merced
hasta las claras dl día
no te hacen dueño, mi vida
de las otras veintitrés.
Pero sabes que son tuyas
si tu las quieres tener.
el más dulce y elegante
ni demasiado sincero
ni cortito en lo tunante.
Ni valiente ni prudente
para decirme te quiero
no quieras ser el más guapo
entre todos los morenos.
El amor es el agüita
que me alivia del desierto
vente y aprende conmigo
no quieras ser mi maestro.
No te hace falta estatura
la tiene ya tu persona
tengo una sombra chiquita
que se cobija en tu sombra.
Esta hora de los besos
en que por ti me daría
a tu capricho y merced
hasta las claras del día
no te hacen dueño, mi vida
de las otras veintitrés.
Pero sabes que son tuyas
si tu las quieres tener.
Y yo ni dama ni dueña
ni juguetito a tu antojo
yo quiero ser la candela
que han encendido tus ojos.
Ni discreta ni celosa
ni hembra que se equivoca
ni corta ni perezosa
para perderme en tu boca.
Esta hora de los besos
en que por ti me daría
a tu capricho y merced
hasta las claras dl día
no te hacen dueño, mi vida
de las otras veintitrés.
Pero sabes que son tuyas
si tu las quieres tener.