(1930)
Letra: Luis Rubinstain
Música: Juan Bautista Guido
Pese al dolor vengo a verte,
lo supe ayer que tu estabas tan mal.
Te quise odiar y mi pasión fue fuerte,
no pude más y vine al hospital.
Por todo el mal que me has hecho,
te maldecí con despecho y rencor.
Pero después sentí dentro del pecho,
mi corazón latir con tanto amor.
¿Por qué lloras? Acaso mi presencia,
junto al dolor también a vos te apena.
Cual recordar, tu vida sin esencia,
te arrepentís y hoy querés ser buena. ,
La tarde gris, tan gris como mi pena,
acompañó mi quebranto por su herida,
Porque eras vos la dicha de mi vida
y el ansia de cantar y la ley de mi fe.
Nada quiero reprocharte,
todo pasó y prefiero olvidarte.
¿Qué le he de hacer? Si nací p'a quererte
si fuiste vos la luz de mí soñar.
Yo te perdono y te brindo:
pasión, hogar, mi ternura y mi fe.
Alegrará mi vida un pibe lindo
Y yo seré feliz con tu querer.
¿Por qué lloras? Acaso mi presencia,
junto al dolor también a vos te apena.
Cual recordar, tu vida sin esencia,
te arrepentís y hoy querés ser buena. ,
La tarde gris, tan gris como mi pena
acompañó mi quebranto por su herida,
porque eras vos la dicha de mi vida
y el ansia de cantar y la ley de mi fe.
Letra: Luis Rubinstain
Música: Juan Bautista Guido
Pese al dolor vengo a verte,
lo supe ayer que tu estabas tan mal.
Te quise odiar y mi pasión fue fuerte,
no pude más y vine al hospital.
Por todo el mal que me has hecho,
te maldecí con despecho y rencor.
Pero después sentí dentro del pecho,
mi corazón latir con tanto amor.
¿Por qué lloras? Acaso mi presencia,
junto al dolor también a vos te apena.
Cual recordar, tu vida sin esencia,
te arrepentís y hoy querés ser buena. ,
La tarde gris, tan gris como mi pena,
acompañó mi quebranto por su herida,
Porque eras vos la dicha de mi vida
y el ansia de cantar y la ley de mi fe.
Nada quiero reprocharte,
todo pasó y prefiero olvidarte.
¿Qué le he de hacer? Si nací p'a quererte
si fuiste vos la luz de mí soñar.
Yo te perdono y te brindo:
pasión, hogar, mi ternura y mi fe.
Alegrará mi vida un pibe lindo
Y yo seré feliz con tu querer.
¿Por qué lloras? Acaso mi presencia,
junto al dolor también a vos te apena.
Cual recordar, tu vida sin esencia,
te arrepentís y hoy querés ser buena. ,
La tarde gris, tan gris como mi pena
acompañó mi quebranto por su herida,
porque eras vos la dicha de mi vida
y el ansia de cantar y la ley de mi fe.