Al día siguiente se levantó tarde. Después de comer estuvo pensando en todo aquello, en las chicas de los veranos y en algunas apariciones más recientes como N., o J., X., S. y se sintió verdaderamente solo. Pasó el resto de la tarde con un amigo hasta que se hizo de noche. Al llegar a casa se miró en un espejo y sonrió. Su vida le pareció transitada por decenas de cosas que caminaban de puntillas para no ser vistas.