El cielo del cóndor abre de par en par
las puertas del Tiawanaku
por donde pasa la tempestad
Despierta mi pueblo andino y al despertar
conmueve la luz del siglo
su grito macho de libertad
Allá en los valles dormidos la soledad
está preñada de furia
y al rojo vivo como un volcán
Ardiendo están las raíces
ardiendo están las ramas del árbol nuevo
la llamarada continental
las puertas del Tiawanaku
por donde pasa la tempestad
Despierta mi pueblo andino y al despertar
conmueve la luz del siglo
su grito macho de libertad
Allá en los valles dormidos la soledad
está preñada de furia
y al rojo vivo como un volcán
Ardiendo están las raíces
ardiendo están las ramas del árbol nuevo
la llamarada continental