Una puerta hacia el invierno,
un paisaje, un cuadro eterno.
En mi tela hay trazos rojos
Sangre que enjuaga los ojos.
Densidad de cuerpos que no están;
la ventana ahoga el despertar.
En camino hacia el infierno
los andenes son recuerdos.
Tomo los olores fuertes
los olores rancios de la piel.
Los monólogos inertes,
las palabras ebrias a mis pies.
Las miradas cuando hablan,
las mañanas cuando callan.
Medio-sol en las ventanas,
media-noche en las entrañas.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.
Las miradas cuando hablan,
las mañanas cuando callan.
Medio-sol en las ventanas.
Media-noche en las entrañas.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.
un paisaje, un cuadro eterno.
En mi tela hay trazos rojos
Sangre que enjuaga los ojos.
Densidad de cuerpos que no están;
la ventana ahoga el despertar.
En camino hacia el infierno
los andenes son recuerdos.
Tomo los olores fuertes
los olores rancios de la piel.
Los monólogos inertes,
las palabras ebrias a mis pies.
Las miradas cuando hablan,
las mañanas cuando callan.
Medio-sol en las ventanas,
media-noche en las entrañas.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.
Las miradas cuando hablan,
las mañanas cuando callan.
Medio-sol en las ventanas.
Media-noche en las entrañas.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.
Las palabras cuando faltan
suelen engañar tu corazón.
No confundas mis caricias,
es mi forma de decir adiós.