Nada tengo que hablar con el ayer.
Si hay razón para llorar lo haré de pie.
Cuando siento el dolor cercándome
sé que a golpe de guitarra y versos sanaré.
Ven amigo, cantemos otra vez
viejas melodías de algún querer,
penas, quejos y ruegos para que
que nos sorprenda embriagados el amanecer.
¿Recuerdas los mensajes de amor
que tú grabaste en la pared?
Y el temblor de tu voz bajo el balcón
cuando la tarde se desangra
en la canción, como torrente de alma.
Ya me voy, vida, para no volver.
Una copla entre los vientos siempre cantaré.
¿Recuerdas los mensajes de amor
que tú grabaste en la pared?
Y el temblor de tu voz bajo el balcón
cuando la tarde se desangra
en la canción, como torrente de alma.
Ya me voy, vida, para no volver.
Una copla entre los vientos siempre cantaré.
Y una copla al son del viento siempre cantaré.
Si hay razón para llorar lo haré de pie.
Cuando siento el dolor cercándome
sé que a golpe de guitarra y versos sanaré.
Ven amigo, cantemos otra vez
viejas melodías de algún querer,
penas, quejos y ruegos para que
que nos sorprenda embriagados el amanecer.
¿Recuerdas los mensajes de amor
que tú grabaste en la pared?
Y el temblor de tu voz bajo el balcón
cuando la tarde se desangra
en la canción, como torrente de alma.
Ya me voy, vida, para no volver.
Una copla entre los vientos siempre cantaré.
¿Recuerdas los mensajes de amor
que tú grabaste en la pared?
Y el temblor de tu voz bajo el balcón
cuando la tarde se desangra
en la canción, como torrente de alma.
Ya me voy, vida, para no volver.
Una copla entre los vientos siempre cantaré.
Y una copla al son del viento siempre cantaré.