Esta es la triste historia de Raimundo Solovera
que fue asaltado por toda la suerte de taimados malhechores
cuando intentaba encontrar oro
siguiendo la ruta del Guadalquivir.
Vamos a contaros la historia!
Siguiendo la ruta del Guadalquivir
buscado oro llegué hasta aquí.
Vinieron los cuatreros, se robaron a mi mula
me quedé en cueros!
Oh, no sabes cómo sufrí.
Intenté recuperar mi mula con mi cubo,
me dieron ostias por un tubo
...pero por un tubo...
Oh, no sabes cómo sufrí.
Me quedé tirao en la marisma,
se me apareció la Virgen misma
y me dijo:
(díselo tú)
"Sed muy buenos.
Si cantas tus canciones
tus problemas solucionarás"
Y así me quedé tirao aquí
cantando canciones para tí,
que poco mas o menos
poco mas o menos
poco mas o menos
dice así:
Oh Ana!
El Sol nunca se pone
en las montañas de Luisiana.
Y a mí qué, y a tí qué,
y a nosotros qué.
Solo de harmónica (y de piel)
Y así me quedé tirao aquí
cantando canciones para tí,
que poco mas o menos
que poco mas o menos
que poco mas o menos
dicen así:
Oh Ana!
El Sol nunca se pone
en las montañas de Luisiana.
Y a mí qué, y a tí qué,
y a nosotros qué.
Esta fué a grandes rasgos
la triste historia
de Raimundo Solovera.
que fue asaltado por toda la suerte de taimados malhechores
cuando intentaba encontrar oro
siguiendo la ruta del Guadalquivir.
Vamos a contaros la historia!
Siguiendo la ruta del Guadalquivir
buscado oro llegué hasta aquí.
Vinieron los cuatreros, se robaron a mi mula
me quedé en cueros!
Oh, no sabes cómo sufrí.
Intenté recuperar mi mula con mi cubo,
me dieron ostias por un tubo
...pero por un tubo...
Oh, no sabes cómo sufrí.
Me quedé tirao en la marisma,
se me apareció la Virgen misma
y me dijo:
(díselo tú)
"Sed muy buenos.
Si cantas tus canciones
tus problemas solucionarás"
Y así me quedé tirao aquí
cantando canciones para tí,
que poco mas o menos
poco mas o menos
poco mas o menos
dice así:
Oh Ana!
El Sol nunca se pone
en las montañas de Luisiana.
Y a mí qué, y a tí qué,
y a nosotros qué.
Solo de harmónica (y de piel)
Y así me quedé tirao aquí
cantando canciones para tí,
que poco mas o menos
que poco mas o menos
que poco mas o menos
dicen así:
Oh Ana!
El Sol nunca se pone
en las montañas de Luisiana.
Y a mí qué, y a tí qué,
y a nosotros qué.
Esta fué a grandes rasgos
la triste historia
de Raimundo Solovera.