En la guerra le caía
mucha nieve en la nariz,
y Mambrú se entristecía.
Atchís.
Como estaba tan resfriado
disparaba su arcabuz
y salían estornudos.
Atchús.
Los soldados se sentaron
a la sombra de un fusil
a jugar a las barajas.
Atchís.
Mientras hasta la farmacia
galopando iba Mambrú,
y el caballo estornudaba.
Atchús.
Le pusieron cataplasma
de lechuga y aserrín,
y el termómetro en la oreja.
Atchís.
Se volcó en el uniforme
el jarabe de orozuz,
cuando el boticario dijo:
Atchús.
Le escribió muy afligido
una carta al rey Pepín,
con las últimas noticias.
Atchís.
Cuando el Rey abrió la carta
la miró bien al trasluz,
y se contagió en seguida.
Atchús.
"¡Que suspendan esta guerra!"
ordenaba el rey Pepín.
Y la Reina interrumpía:
Atchís.
Se pusieron muy contentos
los soldados de Mambrú,
y también los enemigos.
Atchús.
A encontrarse con su esposa
don Mambrú volvió a París.
le dio un beso y ella dijo:
Atchís.
Es mejor la paz resfriada
que la guerra con salud.
los dos bailan la gavota.
Atchús
mucha nieve en la nariz,
y Mambrú se entristecía.
Atchís.
Como estaba tan resfriado
disparaba su arcabuz
y salían estornudos.
Atchús.
Los soldados se sentaron
a la sombra de un fusil
a jugar a las barajas.
Atchís.
Mientras hasta la farmacia
galopando iba Mambrú,
y el caballo estornudaba.
Atchús.
Le pusieron cataplasma
de lechuga y aserrín,
y el termómetro en la oreja.
Atchís.
Se volcó en el uniforme
el jarabe de orozuz,
cuando el boticario dijo:
Atchús.
Le escribió muy afligido
una carta al rey Pepín,
con las últimas noticias.
Atchís.
Cuando el Rey abrió la carta
la miró bien al trasluz,
y se contagió en seguida.
Atchús.
"¡Que suspendan esta guerra!"
ordenaba el rey Pepín.
Y la Reina interrumpía:
Atchís.
Se pusieron muy contentos
los soldados de Mambrú,
y también los enemigos.
Atchús.
A encontrarse con su esposa
don Mambrú volvió a París.
le dio un beso y ella dijo:
Atchís.
Es mejor la paz resfriada
que la guerra con salud.
los dos bailan la gavota.
Atchús