Duérmete niño del alma, que velo tu sueño,
duérmete niño del alma, que seco tu llanto,
duérmete mi niño, duérmete,
duérmete mi niño, duérmete.
Pero hay otros niños que no tienen sueños.
Pero hay otros padres que no tienen cantos,
sólo tienen el miedo a la muerte y al miedo,
son los más ofendidos por guerras y hambres,
son los siempre ofendidos por la fuerza del fuerte.
Hay que hacer de este mundo una casa de piedra
donde duerman los niños y canten los padres
y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas
y una tierra con lirios y ríos y árboles,
hay que hacer de este mundo una casa sin rejas.
Duérmete niño del alma, que velo tu sueño,
duérmete niño del alma, que seco tu llanto.
Pero hay otros niños que temen dormir, y no despertar.
Pero hay otros padres que cantan de miedo a no cantar.
Hay que hacer de este mundo una casa de piedra
donde duerman los niños y canten los padres
y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas
y una tierra con lirios y ríos y árboles,
hay que hacer de este mundo una casa sin rejas. (bis)
Duérmete niño del alma que seco tu llanto,
mientras tanto yo te canto y mis males espanto.
duérmete niño del alma, que seco tu llanto,
duérmete mi niño, duérmete,
duérmete mi niño, duérmete.
Pero hay otros niños que no tienen sueños.
Pero hay otros padres que no tienen cantos,
sólo tienen el miedo a la muerte y al miedo,
son los más ofendidos por guerras y hambres,
son los siempre ofendidos por la fuerza del fuerte.
Hay que hacer de este mundo una casa de piedra
donde duerman los niños y canten los padres
y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas
y una tierra con lirios y ríos y árboles,
hay que hacer de este mundo una casa sin rejas.
Duérmete niño del alma, que velo tu sueño,
duérmete niño del alma, que seco tu llanto.
Pero hay otros niños que temen dormir, y no despertar.
Pero hay otros padres que cantan de miedo a no cantar.
Hay que hacer de este mundo una casa de piedra
donde duerman los niños y canten los padres
y unos cielos con pájaros, nubes y estrellas
y una tierra con lirios y ríos y árboles,
hay que hacer de este mundo una casa sin rejas. (bis)
Duérmete niño del alma que seco tu llanto,
mientras tanto yo te canto y mis males espanto.