Chabuca Granda (Vals peruano).
Déjame que te cuente, limeña,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.
Déjame que te cuente, limeña,
ahora que aún perfuma el recuerdo
ahora que aún se mecen en un sueño,
el viejo puente, el río y la alameda.
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba, la flor de la canela,
derramaba lisura y su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.
Del puente a la alameda, menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece,
a ritmo de sus caderas,
recogía la brisa de la risa del río
y al viento la lanzaba,
del puente a la alameda.
Déjame que te cuente, limeña,
ay, deja que te diga, morena,
mis sentimientos;
a ver así despiertas del sueño,
del sueño que entretiene, morena,
tu pensamiento.
Aspiras de la lisura que da la flor de canela,
adornada con jazmines,
matizando su hermosura
alfombras de nuevo el puente
y engalanas la alameda
y el río acompasará
tu paso por la vereda.
Y recuerda que...
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba, la flor de la canela,
derramaba lisura y su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.
Del puente a la alameda, menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece,
a ritmo de sus caderas,
recogía la brisa de la risa del río
y al viento la lanzaba,
del puente a la alameda.
Déjame que te cuente, limeña,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.
Déjame que te cuente, limeña,
ahora que aún perfuma el recuerdo
ahora que aún se mecen en un sueño,
el viejo puente, el río y la alameda.
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba, la flor de la canela,
derramaba lisura y su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.
Del puente a la alameda, menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece,
a ritmo de sus caderas,
recogía la brisa de la risa del río
y al viento la lanzaba,
del puente a la alameda.
Déjame que te cuente, limeña,
ay, deja que te diga, morena,
mis sentimientos;
a ver así despiertas del sueño,
del sueño que entretiene, morena,
tu pensamiento.
Aspiras de la lisura que da la flor de canela,
adornada con jazmines,
matizando su hermosura
alfombras de nuevo el puente
y engalanas la alameda
y el río acompasará
tu paso por la vereda.
Y recuerda que...
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba, la flor de la canela,
derramaba lisura y su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.
Del puente a la alameda, menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece,
a ritmo de sus caderas,
recogía la brisa de la risa del río
y al viento la lanzaba,
del puente a la alameda.