Rechiflao en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido
De mi pobre vida paria sólo una buena mujer
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido
Fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
Como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de la contra cuando vos, pobre percanta,
Gambeteabas la pobreza en la casa de pensión:
Hoy sos toda una señora, la vida te ríe y canta,
Los billetes que te sobran los tirás a la marchanta
Como juega el gato maula con el misero ratón.
Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones
Te engañaron los amigos, destrozaron tu ilusión
La milonga entre magnates con sus locas tentaciones
Donde triunfan y claudican milongueras pretensiones
Se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.
Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,
No me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;
Los favores recibidos creo habértelos pagado
Y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado
En la cuenta del amigo que tenés se la cargás.
Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
Sean una larga fila de riquezas y placer;
Que el amor que te acamala tenga pesos duraderos
Que te abrás en las paradas con compadres milongueros
Y que digan los muchachos: "es una buena mujer".
Y mañana cuando seas descolado mueble viejo
Y no tengas esperanzas en el pobre corazón
Si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo
Acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
P'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.
De mi pobre vida paria sólo una buena mujer
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido
Fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
Como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de la contra cuando vos, pobre percanta,
Gambeteabas la pobreza en la casa de pensión:
Hoy sos toda una señora, la vida te ríe y canta,
Los billetes que te sobran los tirás a la marchanta
Como juega el gato maula con el misero ratón.
Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones
Te engañaron los amigos, destrozaron tu ilusión
La milonga entre magnates con sus locas tentaciones
Donde triunfan y claudican milongueras pretensiones
Se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.
Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,
No me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;
Los favores recibidos creo habértelos pagado
Y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado
En la cuenta del amigo que tenés se la cargás.
Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
Sean una larga fila de riquezas y placer;
Que el amor que te acamala tenga pesos duraderos
Que te abrás en las paradas con compadres milongueros
Y que digan los muchachos: "es una buena mujer".
Y mañana cuando seas descolado mueble viejo
Y no tengas esperanzas en el pobre corazón
Si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo
Acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
P'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.