Me he sentado a esperar
a ver brotar el sol que nazca de tu pecho
y he sabido que no eres diosa o diablo;
sólo una mujer de carne y hueso.
Ni tan sólo un ángel caído.
Eso sí, la más bella del Edén.
Al menos para mí, sola en tu paraíso.
Ni tan sólo un ángel caído.
Qué más puedo anhelar
que ver nacer el día desde los acantilados
Qué más puedo anhelar
si el tiempo es un pájaro de alas cortas
que vuela alto y fuerte.
Qué más puedo saber
cuando los glaciares desaparecen.
Me he sentado a esperar,
que somos desde hoy lágrima negra en el mercurio.
Salina desecada en cántara de agua,
bulería gitana en el Danubio.
Sólo adanes caídos,
descamados títeres dolidos.
Al menos para mí,
solo en mi paraíso.
Ni tan sólo ángeles caídos.
Qué más puedo anhelar
Si quiero, ando descalzo
sobre mi propia conciencia.
Qué más puedo anhelar,
si la palabra, porfía humana,
es puente de mil ojos sobre aguas subterráneas.
Qué más puedo saber.
Cuando no hay sembrados las escarchas no dañan.
a ver brotar el sol que nazca de tu pecho
y he sabido que no eres diosa o diablo;
sólo una mujer de carne y hueso.
Ni tan sólo un ángel caído.
Eso sí, la más bella del Edén.
Al menos para mí, sola en tu paraíso.
Ni tan sólo un ángel caído.
Qué más puedo anhelar
que ver nacer el día desde los acantilados
Qué más puedo anhelar
si el tiempo es un pájaro de alas cortas
que vuela alto y fuerte.
Qué más puedo saber
cuando los glaciares desaparecen.
Me he sentado a esperar,
que somos desde hoy lágrima negra en el mercurio.
Salina desecada en cántara de agua,
bulería gitana en el Danubio.
Sólo adanes caídos,
descamados títeres dolidos.
Al menos para mí,
solo en mi paraíso.
Ni tan sólo ángeles caídos.
Qué más puedo anhelar
Si quiero, ando descalzo
sobre mi propia conciencia.
Qué más puedo anhelar,
si la palabra, porfía humana,
es puente de mil ojos sobre aguas subterráneas.
Qué más puedo saber.
Cuando no hay sembrados las escarchas no dañan.