Desde el principio de los tiempos,
los ríos han sido las arterias que transportaban vida.
Las montañas y la tierra fueron mi piel.
Los Bosques y la Selva mi pelaje.
Todo estaba en permanente armonía.
Hasta que apareció el ser más cruel y caprichoso que jamás conoció este planeta,
EL HOMBRE,
una forma de vida "supuestamente inteligente",
desperdiciada por la codicia, la violencia y la intolerancia.
Yo soy Gaia, la madre naturaleza,
y todo el mal que me hagas, te lo devolveré,
los ríos han sido las arterias que transportaban vida.
Las montañas y la tierra fueron mi piel.
Los Bosques y la Selva mi pelaje.
Todo estaba en permanente armonía.
Hasta que apareció el ser más cruel y caprichoso que jamás conoció este planeta,
EL HOMBRE,
una forma de vida "supuestamente inteligente",
desperdiciada por la codicia, la violencia y la intolerancia.
Yo soy Gaia, la madre naturaleza,
y todo el mal que me hagas, te lo devolveré,