[Juanillo sigue contándoles chismes sobre la hereje. En esta ocasión, les cuenta que ella afirmaba amar a Lucifer a quien creía humano, avaricioso, cobarde y vengativo, por lo que fue expulsado de los cielos. Y que ella no le llamaba Diablo o satanás, sino que le dicia "El Príncipe de la Dulce Pena"
La tristeza es mi sangre,
Y a su vera mi vena,
Donde mora de pena,
donde muere de hambre.
Hambre y melancolía,
de que la luna esté llena,
de amoríos y alegrías,
soy el príncipe de la dulce pena.
Un beso es donde tu terminas,
Y un abrazo tuyo mi abrigo.
Tú boca donde allí germina,
Mi delirio y mi muerte
Si es contigo.
La tristeza es mi sangre,
Y a su vera mi vena,
Donde mora de pena,
donde muere de hambre.
Hambre y melancolía,
de que la luna esté llena,
de amoríos y alegrías,
soy el príncipe de la dulce pena.
Un beso es donde tu terminas,
Y un abrazo tuyo mi abrigo.
Tú boca donde allí germina,
Mi delirio y mi muerte
Si es contigo.