[Huizar/ Ricardo III]
Tus ojos opacos por la desgracia.
Están mirando el dolor sin verlo.
Las moscas, ángeles del desecho.
Besan tus labios en silencio.
De nada vale haber nacido inocente.
Cuando de sacrificio se trata.
Si el poder se vuelve pestilente.
Tal solo el hambre te mata.
Yo, soy el hambre.
Yo, soy el hambre.
Tu piel pegada a la consciencia.
Se ha tragado a sí misma.
Negado el alimento de afuera.
La esperanza es la ruina.
No bastan todas las inmundas compasiones.
Que del cielo están lloviendo.
Ni los tratados de las organizaciones
que palabrean a los que están pereciendo.
Imágenes siniestras son tus paisajes.
Y los niños juegan a morirse primero.
En su agonía se vive el ultraje.
De quien gobierna con veneno.
Los jinetes cabalgarán de nuevo.
En el ritual del exterminio.
Nadie estará tranquilo y salvo.
En esta era de horror y genocidio.
Tus ojos opacos por la desgracia.
Están mirando el dolor sin verlo.
Las moscas, ángeles del desecho.
Besan tus labios en silencio.
De nada vale haber nacido inocente.
Cuando de sacrificio se trata.
Si el poder se vuelve pestilente.
Tal solo el hambre te mata.
Yo, soy el hambre.
Yo, soy el hambre.
Tu piel pegada a la consciencia.
Se ha tragado a sí misma.
Negado el alimento de afuera.
La esperanza es la ruina.
No bastan todas las inmundas compasiones.
Que del cielo están lloviendo.
Ni los tratados de las organizaciones
que palabrean a los que están pereciendo.
Imágenes siniestras son tus paisajes.
Y los niños juegan a morirse primero.
En su agonía se vive el ultraje.
De quien gobierna con veneno.
Los jinetes cabalgarán de nuevo.
En el ritual del exterminio.
Nadie estará tranquilo y salvo.
En esta era de horror y genocidio.