Solloza tu ansiedad,
también mi soledad
quisiera sollozar cobardemente.
Angustia de jugar y de repente,
sin querer,
perder el corazón en el torrente.
Se queja nuestro ayer,
se queja con un tono de abandono
que recuerda con dolor
la noche del adiós,
la noche que encendimos de reproches
y el amor pasó.
Adiós...
la triste y la más gris canción de amor.
Ayer...
el último y fatal ayer final.
Fue mi desprecio, mi desprecio necio,
fue tu amargura, tu amargura oscura,
nuestro egoísmo nos lanzó al abismo
y nos vimos de repente
en el torrente más atroz.
Torrente de rencor
brutal y cruel
que ya no ofrece salvación.
Solloza el corazón,
solloza como un niño sin cariño,
sin abrigo ni ilusión.
Y vuelve del adiós
la tarde en que los dos fuimos cobardes
y el amor pasó.
Your anxiety sobs,
and so too did my loneliness
want to let out a cowardly sob.
Anguish of playing around and suddenly,
against my will,
losing my heart in the flood.
Our yesterdays cry out,
they cry out in the tone of neglect
that sorrowfully recalls
the night we said goodbye,
the night that we set aflame with contempt
and our love passed.
Goodbye...
the saddest and greyest song of love.
Yesterday...
that final, fatal, last yesterday.
It was my disdain, my foolish disdain,
it was your bitterness, your dark bitterness,
our selfishness launched us into the abyss
and suddenly we found ourselves
caught in the most awful flood.
A flood of malice,
brutal and cruel,
that offers no more salvation.
My heart sobs,
sobs like an unloved child,
coatless and hopeless.
And then from out of that goodbye
returns the afternoon when we both were cowards
and our loved passed.
también mi soledad
quisiera sollozar cobardemente.
Angustia de jugar y de repente,
sin querer,
perder el corazón en el torrente.
Se queja nuestro ayer,
se queja con un tono de abandono
que recuerda con dolor
la noche del adiós,
la noche que encendimos de reproches
y el amor pasó.
Adiós...
la triste y la más gris canción de amor.
Ayer...
el último y fatal ayer final.
Fue mi desprecio, mi desprecio necio,
fue tu amargura, tu amargura oscura,
nuestro egoísmo nos lanzó al abismo
y nos vimos de repente
en el torrente más atroz.
Torrente de rencor
brutal y cruel
que ya no ofrece salvación.
Solloza el corazón,
solloza como un niño sin cariño,
sin abrigo ni ilusión.
Y vuelve del adiós
la tarde en que los dos fuimos cobardes
y el amor pasó.
Your anxiety sobs,
and so too did my loneliness
want to let out a cowardly sob.
Anguish of playing around and suddenly,
against my will,
losing my heart in the flood.
Our yesterdays cry out,
they cry out in the tone of neglect
that sorrowfully recalls
the night we said goodbye,
the night that we set aflame with contempt
and our love passed.
Goodbye...
the saddest and greyest song of love.
Yesterday...
that final, fatal, last yesterday.
It was my disdain, my foolish disdain,
it was your bitterness, your dark bitterness,
our selfishness launched us into the abyss
and suddenly we found ourselves
caught in the most awful flood.
A flood of malice,
brutal and cruel,
that offers no more salvation.
My heart sobs,
sobs like an unloved child,
coatless and hopeless.
And then from out of that goodbye
returns the afternoon when we both were cowards
and our loved passed.