Autor: Salvador Oda
Llevando a un pobre niño,
sujeto de la mano,
se presentó al sargento
un hombre en el cuartel.
El mundo está perdido,
le dijo acalorado,
le traigo a este muchacho
tan chico y por ladrón.
Cálmese y tome asiento,
De más está estrujarlo,
qué es lo que le ha robado,
dijo la autoridad.
Robó un ovillo de hilo
en una de mis tiendas,
por eso castigarlo
merece sin piedad.(2 veces)
La autoridad pregunta,
dime, carita sucia,
si es cierto lo que dice
y cesa de llorar.
El niño le responde,
es cierto mi sargento,
robé un ovillo de hilo
para así hacer llegar.
A mi blanca cometa
hacia el azul del cielo,
allá donde se ha ido
mi adorada mamá.
No ve en ella una carta,
prendida a mi juguete,
perdóneme si en ella
yo quise preguntar.
¿Por qué, mamita linda?
¿Por qué te fuiste lejos?
Dejándome tan solo
con mi pobre papá.
Llevando a un pobre niño,
sujeto de la mano,
se presentó al sargento
un hombre en el cuartel.
El mundo está perdido,
le dijo acalorado,
le traigo a este muchacho
tan chico y por ladrón.
Cálmese y tome asiento,
De más está estrujarlo,
qué es lo que le ha robado,
dijo la autoridad.
Robó un ovillo de hilo
en una de mis tiendas,
por eso castigarlo
merece sin piedad.(2 veces)
La autoridad pregunta,
dime, carita sucia,
si es cierto lo que dice
y cesa de llorar.
El niño le responde,
es cierto mi sargento,
robé un ovillo de hilo
para así hacer llegar.
A mi blanca cometa
hacia el azul del cielo,
allá donde se ha ido
mi adorada mamá.
No ve en ella una carta,
prendida a mi juguete,
perdóneme si en ella
yo quise preguntar.
¿Por qué, mamita linda?
¿Por qué te fuiste lejos?
Dejándome tan solo
con mi pobre papá.