De repente viene agosto y ves que hay agua en el asfalto,
lo sé, no es real.
El minutero en estos días es como el vecino al que no puedes ver,
un gris funcionario.
También te veo a ti y son,
días idóneos para practicar el contraespionaje, por tu ciudad.
Barcelona se disfrazará de poblado de modernidad,
los nativos intentaremos ser más amables.
Y a una distancia prudencial oigo una voz que es familiar,
dice: "¡ven a verme!".
Cuando al fin llego, ya no está,
me deja escrito en un portal: "soy la vida, imbécil".
Septiembre vendrá a buscarme y aún no sé la lección,
sobre saber comportarse al nacer, y en el adiós.
Vi decadencia entre la multitud
y a gente super lánguida llevar su cruz.
Y al sátiro del quinto C diciendo que la gente es, tan impenetrable.
Tenía ideas para huir de aquí, maniobras de escapismo,
¡qué ingenuidad!
Soñaba con poder lograr vivir del cuento a una buena edad,
sin que asomara ni una cana de impaciencia.
Y a una distancia prudencial oigo una voz que es familiar,
grita: "¡no te acerques!".
Cuando al fin llego ya no está, me deja escrito,
ella es real: "¡es la vida, imbécil!".
Septiembre vendrá a buscarme y aún no sé la lección,
sobre saber comportarme al nacer, y en el adiós.
No me resigno a contemplar el mundo desde un cine
a cielo abierto de argumento muy corriente.
Aparqué mi voluntad y frente a mi dos hombres
la robaron, fue una noche haciendo un puente.
Sí, era real, era la vida, imbécil.
Septiembre vendrá a buscarme y aun no se la lección,
sobre saber comportarme al nacer, y en el adiós.
Y en el adiós.
lo sé, no es real.
El minutero en estos días es como el vecino al que no puedes ver,
un gris funcionario.
También te veo a ti y son,
días idóneos para practicar el contraespionaje, por tu ciudad.
Barcelona se disfrazará de poblado de modernidad,
los nativos intentaremos ser más amables.
Y a una distancia prudencial oigo una voz que es familiar,
dice: "¡ven a verme!".
Cuando al fin llego, ya no está,
me deja escrito en un portal: "soy la vida, imbécil".
Septiembre vendrá a buscarme y aún no sé la lección,
sobre saber comportarse al nacer, y en el adiós.
Vi decadencia entre la multitud
y a gente super lánguida llevar su cruz.
Y al sátiro del quinto C diciendo que la gente es, tan impenetrable.
Tenía ideas para huir de aquí, maniobras de escapismo,
¡qué ingenuidad!
Soñaba con poder lograr vivir del cuento a una buena edad,
sin que asomara ni una cana de impaciencia.
Y a una distancia prudencial oigo una voz que es familiar,
grita: "¡no te acerques!".
Cuando al fin llego ya no está, me deja escrito,
ella es real: "¡es la vida, imbécil!".
Septiembre vendrá a buscarme y aún no sé la lección,
sobre saber comportarme al nacer, y en el adiós.
No me resigno a contemplar el mundo desde un cine
a cielo abierto de argumento muy corriente.
Aparqué mi voluntad y frente a mi dos hombres
la robaron, fue una noche haciendo un puente.
Sí, era real, era la vida, imbécil.
Septiembre vendrá a buscarme y aun no se la lección,
sobre saber comportarme al nacer, y en el adiós.
Y en el adiós.