Ayer tarde me he mirado en el espejo,
pues sentía por mi faz por curiosidad,
y el espejo al retratar mi cuerpo entero
me ha brindado dolorosa realidad.
Estoy viejo, hay arrugas en mi frente,
mis pupilas tienen un débil mirar
y mis labios temblororos y arrugados
saboreando están los besos
que ayer dieron y hoy no dan.
Tuve amores y mujeres a porfía,
fuí mimado y halagado con afán,
más aquella juventud que yo tenía
fue muy loca y no la supe remediar.
Con los años huyeron mis privilegios
uno a uno mis idilios vi fugar,
y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.
El espejo en que me miro y es mi amigo
porque mudo me ha enseñado la verdad,
hoy conozco el secreto de mi olvido
y también el por qué de mi orfandad.
¡Pobre viejo! dirán todos al mirarme,
¡Pobre viejo! el eco repetirá
y este viejo ensayando una sonrisa
una mueca de desprecio con orgullo les dirá.
Tuve amores y mujeres a porfía,
fuí mimado y halagado con afán,
más aquella juventud que yo tenía
fue muy loca y no la supe remediar.
Con los años huyeron mis privilegios
uno a uno mis idilios vi fugar,
y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.
Y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.
pues sentía por mi faz por curiosidad,
y el espejo al retratar mi cuerpo entero
me ha brindado dolorosa realidad.
Estoy viejo, hay arrugas en mi frente,
mis pupilas tienen un débil mirar
y mis labios temblororos y arrugados
saboreando están los besos
que ayer dieron y hoy no dan.
Tuve amores y mujeres a porfía,
fuí mimado y halagado con afán,
más aquella juventud que yo tenía
fue muy loca y no la supe remediar.
Con los años huyeron mis privilegios
uno a uno mis idilios vi fugar,
y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.
El espejo en que me miro y es mi amigo
porque mudo me ha enseñado la verdad,
hoy conozco el secreto de mi olvido
y también el por qué de mi orfandad.
¡Pobre viejo! dirán todos al mirarme,
¡Pobre viejo! el eco repetirá
y este viejo ensayando una sonrisa
una mueca de desprecio con orgullo les dirá.
Tuve amores y mujeres a porfía,
fuí mimado y halagado con afán,
más aquella juventud que yo tenía
fue muy loca y no la supe remediar.
Con los años huyeron mis privilegios
uno a uno mis idilios vi fugar,
y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.
Y hoy tan sólo de este apogeo me quedan
bucles, retratos, pañuelos,
cartas de amor y nada más.