Una pena lenta y mala
se llevó a la madre mía,
hasta la cama temblaba,
de oír lo que me decía
y el consejo que me daba.
Se murió mi madre
se murió mi madre
y la camisita,
no hay quién me la lave.
Yo quisiera ser su tumba,
cuando mi madre se muera,
para en otoño velarla,
cantarle en la primavera
y en invierno acurrucarla.
Qué será de mí, que será de mí,
que no tengo madre,
ni la conocí.
Dicen que robe a mi madre
dos pendientes de oro fino,
me gasté el dinero en vino
y la ley me condenó,
pero mi madre alegó
que lo suyo era lo mío.
Dejen que la vea, déjenmela ver
a mi madre santa
por última vez.
se llevó a la madre mía,
hasta la cama temblaba,
de oír lo que me decía
y el consejo que me daba.
Se murió mi madre
se murió mi madre
y la camisita,
no hay quién me la lave.
Yo quisiera ser su tumba,
cuando mi madre se muera,
para en otoño velarla,
cantarle en la primavera
y en invierno acurrucarla.
Qué será de mí, que será de mí,
que no tengo madre,
ni la conocí.
Dicen que robe a mi madre
dos pendientes de oro fino,
me gasté el dinero en vino
y la ley me condenó,
pero mi madre alegó
que lo suyo era lo mío.
Dejen que la vea, déjenmela ver
a mi madre santa
por última vez.