El cielo gris de esta ciudad
me hace ver cosas que no quiero aceptar,
las mismas caras de tristeza, de soledad.
Una nariz en el cristal,
todos lo niños saben lo que es llorar,
pero a ninguno le han contado por qué luchar.
Niebla en las aceras, ruido de motores que me hacen gritar.
Cuento los minutos, siento en mi la angustia que me dice
que es tiempo de regresar, quiero regresar,
al lugar donde la lluvia me haga olvidar,
quiero regresar, quiero regresar
y por fin besar tus labios y cerca de ti descansar.
Cuando me vió quiso escapar
y por sus ojos pude adivinar
que aquellos tiempos que vivieron no volverán.
Y la ciudad que puedo ver,
tiene el sabor de un húmedo atardecer
de hojas que esperan el otoño para caer.
Niebla en las aceras, ruido de motores que me hacen gritar.
Cuento los minutos, siento en mi la angustia que me dice
que es tiempo de regresar, quiero regresar,
al lugar donde la lluvia me haga olvidar,
quiero regresar, quiero regresar
y por fin besar tus labios y cerca de ti descansar.
me hace ver cosas que no quiero aceptar,
las mismas caras de tristeza, de soledad.
Una nariz en el cristal,
todos lo niños saben lo que es llorar,
pero a ninguno le han contado por qué luchar.
Niebla en las aceras, ruido de motores que me hacen gritar.
Cuento los minutos, siento en mi la angustia que me dice
que es tiempo de regresar, quiero regresar,
al lugar donde la lluvia me haga olvidar,
quiero regresar, quiero regresar
y por fin besar tus labios y cerca de ti descansar.
Cuando me vió quiso escapar
y por sus ojos pude adivinar
que aquellos tiempos que vivieron no volverán.
Y la ciudad que puedo ver,
tiene el sabor de un húmedo atardecer
de hojas que esperan el otoño para caer.
Niebla en las aceras, ruido de motores que me hacen gritar.
Cuento los minutos, siento en mi la angustia que me dice
que es tiempo de regresar, quiero regresar,
al lugar donde la lluvia me haga olvidar,
quiero regresar, quiero regresar
y por fin besar tus labios y cerca de ti descansar.