Hace tiempo que no venía a tu calle,
antes cada día pasaba a buscarte
y nos íbamos a ver la ciudad
detrás del cristal mojado de un bar,
y escuchaba todo lo que decías
pues sonaba a verdad aunque fuera mentira.
Todos dicen que ya no van a tu calle,
que para arreglarlo es demasiado tarde.
Yo quisiera que no fuera verdad,
yo quisiera que pudiera cambiar,
pero parece que te has olvidado
de los días en que siempre estaba a tu lado.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.
Y es que sigues sin darme una razón
para no salir de tu habitación.
Dices que no vas a ninguna parte,
por si acaso, esta vez yo me quedo a esperarte.
Así que aquí estoy en mitad de tu calle
por si sales hoy, y aquí no sale nadie.
El teléfono que vuelve a sonar,
tú que sigues empeñada en no hablar,
porque tienes la cabeza hecha un lío,
pues vas a conseguir que me muera de frío.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.
antes cada día pasaba a buscarte
y nos íbamos a ver la ciudad
detrás del cristal mojado de un bar,
y escuchaba todo lo que decías
pues sonaba a verdad aunque fuera mentira.
Todos dicen que ya no van a tu calle,
que para arreglarlo es demasiado tarde.
Yo quisiera que no fuera verdad,
yo quisiera que pudiera cambiar,
pero parece que te has olvidado
de los días en que siempre estaba a tu lado.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.
Y es que sigues sin darme una razón
para no salir de tu habitación.
Dices que no vas a ninguna parte,
por si acaso, esta vez yo me quedo a esperarte.
Así que aquí estoy en mitad de tu calle
por si sales hoy, y aquí no sale nadie.
El teléfono que vuelve a sonar,
tú que sigues empeñada en no hablar,
porque tienes la cabeza hecha un lío,
pues vas a conseguir que me muera de frío.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.
Esperaré hasta que suenen las diez
pero después me marcharé de tu calle.
Y no tendrás más ocasión de explicar
porqué no quieres hablar.