Hay en tu rostro una mueca mortal,
a veces se quema y se vuelve a dibujar,
el tiempo estaba malo, dijiste,
solo, mi hermano, en la oscuridad.
Tan fría tu mirada, nos revela que
de chicos nos dejabas en aquel temporal,
suenan tus pasos, la cornisa,
el ritmo fantasmal.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Sientes, hermano, la necesidad,
antes que la c**pa reclame su lugar,
sentados en el faro dijiste:
"le aterra mirar hacia el mar".
El rayo en tu mano,
el trueno en tu cara,
el diablo en tu mano,
el diablo en tu cara.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
En la cornisa te vemos bailar,
límite mortal cada paso que das,
con asustarse no alcanza,
quietos en el faro y que todo pase ya.
El diablo en tu mano,
el diablo en tu cara,
el rayo en tu mano,
diablo en tu cara.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
a veces se quema y se vuelve a dibujar,
el tiempo estaba malo, dijiste,
solo, mi hermano, en la oscuridad.
Tan fría tu mirada, nos revela que
de chicos nos dejabas en aquel temporal,
suenan tus pasos, la cornisa,
el ritmo fantasmal.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Sientes, hermano, la necesidad,
antes que la c**pa reclame su lugar,
sentados en el faro dijiste:
"le aterra mirar hacia el mar".
El rayo en tu mano,
el trueno en tu cara,
el diablo en tu mano,
el diablo en tu cara.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.
En la cornisa te vemos bailar,
límite mortal cada paso que das,
con asustarse no alcanza,
quietos en el faro y que todo pase ya.
El diablo en tu mano,
el diablo en tu cara,
el rayo en tu mano,
diablo en tu cara.
Más allá, la tormenta,
más allá de la nada.