Se levanta antes que el sol y pelea contra el mar.
Sus ojos son del que puede capear el temporal.
Pero un día faenando alejado de su hogar,
el mar consiguió vencerle y ahora duerme en el coral.
Se despierta con la luna y prepara el hormigón
su cuerpo ha sido tallado por las gotas de sudor.
Construyéndole el castillo al patrón explotador
la muerte siempre camina junto a la especulación.
Nos tratan como animales dicen que son inevitables,
los accidentes laborales y ellos en sus descapotables.
Que se entere la patronal que en el currante hay dignidad,
que más vale morir de pie que en accidente laboral.
Duerme con la silicosis y la ruina le amenaza,
en las minas el infierno solo queda a dos manzanas.
Trabajando entre tinieblas el grisú siempre al acecho,
en las tripas de la tierra se confunden suelo y techo.
Solo hay ruido en su cabeza y de grasa hasta las cejas,
en la fábrica de sueños tan sólo son otra pieza.
De la vasta maquinaria que en día a día mata
cuando entras eres libre sales convertido en rata.
Nos tratan como animales dicen que son inevitables,
los accidentes laborales y ellos en sus descapotables.
Que se entere la patronal que en el currante hay dignidad,
que más vale morir de pie que en accidente laboral.
mic, mic, mic....
Sus ojos son del que puede capear el temporal.
Pero un día faenando alejado de su hogar,
el mar consiguió vencerle y ahora duerme en el coral.
Se despierta con la luna y prepara el hormigón
su cuerpo ha sido tallado por las gotas de sudor.
Construyéndole el castillo al patrón explotador
la muerte siempre camina junto a la especulación.
Nos tratan como animales dicen que son inevitables,
los accidentes laborales y ellos en sus descapotables.
Que se entere la patronal que en el currante hay dignidad,
que más vale morir de pie que en accidente laboral.
Duerme con la silicosis y la ruina le amenaza,
en las minas el infierno solo queda a dos manzanas.
Trabajando entre tinieblas el grisú siempre al acecho,
en las tripas de la tierra se confunden suelo y techo.
Solo hay ruido en su cabeza y de grasa hasta las cejas,
en la fábrica de sueños tan sólo son otra pieza.
De la vasta maquinaria que en día a día mata
cuando entras eres libre sales convertido en rata.
Nos tratan como animales dicen que son inevitables,
los accidentes laborales y ellos en sus descapotables.
Que se entere la patronal que en el currante hay dignidad,
que más vale morir de pie que en accidente laboral.
mic, mic, mic....