Mi barrio esta de fiesta, con su mejor sonrisa
y una ternura extraña, me invade el corazón,
parece que las horas, corriesen más de prisa
y que del mismo barro, brotase una canción.
La murga de purretes, desafinando un tango
machuca los oidos, con destemplada voz,
gorriones de mi barrio, que vuelcan en el fango,
puñados de alegria, que les regala Dios.
¡Carnaval de mi barrio!,
donde todo es amor,
cascabeles de risa,
matizando el dolor,
¡carnaval de mi barrio!,
pedacito de sol,
con nostalgias de luna,
y canción de farol.
La que volvio sin honra, se disfrazó de apache,
y el barrio en cada puerta, comenta sin cesar,
su traje descarado, sus ojos azabache,
y su poca vergüenza, que no sabe ocultar.
El tano verdulero, sentado en la vereda,
mastica su cachimbo, cansado de fumar
y en su sonrisa amarga una nostalgia enreda;
también alla en Italia vivió su carnaval.
y una ternura extraña, me invade el corazón,
parece que las horas, corriesen más de prisa
y que del mismo barro, brotase una canción.
La murga de purretes, desafinando un tango
machuca los oidos, con destemplada voz,
gorriones de mi barrio, que vuelcan en el fango,
puñados de alegria, que les regala Dios.
¡Carnaval de mi barrio!,
donde todo es amor,
cascabeles de risa,
matizando el dolor,
¡carnaval de mi barrio!,
pedacito de sol,
con nostalgias de luna,
y canción de farol.
La que volvio sin honra, se disfrazó de apache,
y el barrio en cada puerta, comenta sin cesar,
su traje descarado, sus ojos azabache,
y su poca vergüenza, que no sabe ocultar.
El tano verdulero, sentado en la vereda,
mastica su cachimbo, cansado de fumar
y en su sonrisa amarga una nostalgia enreda;
también alla en Italia vivió su carnaval.