El sol de mi piano esta muy desafinado,
voy a tener que cantar en mi mayor,
desde que me cruce con tu sonrisa
ya no existen problemas sin solución. oh.
Ese jogging gris con agujeritos,
las ojotas y medias color marrón,
no sé si estarás muy a la moda
pero si te veo así me haces sentir mejor.
Y a la noche dormirmos en el colchón
de una sola plaza y nos morimos de calor,
y no dudás en gruñirme si me muevo:
¡ay, por Dios, no podés ser tan molesto!
Es que me gusta escuchar tu voz
retándome un poco antes de dormir.
Sos mi oasis personal,
mi sol cuando despierto,
mi cartelito de aeropuerto.
Sos mis ganas de llegar,
mi novia en cualquier puerto,
me gustan hasta tus defectos.
Para amarga ya tenes la vida,
para dulce me tenés a mí,
discusiones eternas por el mate
y al final hacemos lo que vos decis, oh.
Cuando uno viaja mucho y todo el tiempo
el volver se hace rutina y esta mal,
vos con velas y masajes en el piso
convertís mi llegada en un ritual.
Y otra noche dormirmos en el colchón
de una sola plaza y nos morimos de calor,
y no dudás en gruñirme si me muevo:
¡ay, por Dios, no podés ser tan molesto!
Es que me gusta escuchar tu voz
retándome un poco antes de dormir.
Sos mi oasis personal,
mi sol cuando despierto,
mi cartelito de aeropuerto.
Sos mis ganas de llegar,
mi novia en cualquier puerto,
me gustan hasta tus defectos.
voy a tener que cantar en mi mayor,
desde que me cruce con tu sonrisa
ya no existen problemas sin solución. oh.
Ese jogging gris con agujeritos,
las ojotas y medias color marrón,
no sé si estarás muy a la moda
pero si te veo así me haces sentir mejor.
Y a la noche dormirmos en el colchón
de una sola plaza y nos morimos de calor,
y no dudás en gruñirme si me muevo:
¡ay, por Dios, no podés ser tan molesto!
Es que me gusta escuchar tu voz
retándome un poco antes de dormir.
Sos mi oasis personal,
mi sol cuando despierto,
mi cartelito de aeropuerto.
Sos mis ganas de llegar,
mi novia en cualquier puerto,
me gustan hasta tus defectos.
Para amarga ya tenes la vida,
para dulce me tenés a mí,
discusiones eternas por el mate
y al final hacemos lo que vos decis, oh.
Cuando uno viaja mucho y todo el tiempo
el volver se hace rutina y esta mal,
vos con velas y masajes en el piso
convertís mi llegada en un ritual.
Y otra noche dormirmos en el colchón
de una sola plaza y nos morimos de calor,
y no dudás en gruñirme si me muevo:
¡ay, por Dios, no podés ser tan molesto!
Es que me gusta escuchar tu voz
retándome un poco antes de dormir.
Sos mi oasis personal,
mi sol cuando despierto,
mi cartelito de aeropuerto.
Sos mis ganas de llegar,
mi novia en cualquier puerto,
me gustan hasta tus defectos.