Y si no estás tú, ya no sé qué hacer,
no puedo alcanzar ese estado zen.
Sentir, viajar, soñar, hacerlo irracional,
sentirnos como un animal.
Y si no estás tú, ya no sé qué hacer,
no puedo alcanzar ese estado zen.
Y si ves la luz, ven por mí después,
llévame hasta el mar y volveré a nacer.
Saltar, gritar, volar, hacerlo sin pensar,
sentirnos de lo más vulgar.
¿Dónde existe un lugar?
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
nos aconsejan no viajar.
Y nos da igual,
hasta que vea el horizonte,
dejando atrás la piel del bisonte,
que no da ya para más.
Y si no estás tú...
Pero existe un lugar...
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
nos aconsejan no viajar.
Y nos da igual,
hasta que vea el horizonte,
dejando atrás la piel del bisonte,
que no da ya para más.
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden.
no puedo alcanzar ese estado zen.
Sentir, viajar, soñar, hacerlo irracional,
sentirnos como un animal.
Y si no estás tú, ya no sé qué hacer,
no puedo alcanzar ese estado zen.
Y si ves la luz, ven por mí después,
llévame hasta el mar y volveré a nacer.
Saltar, gritar, volar, hacerlo sin pensar,
sentirnos de lo más vulgar.
¿Dónde existe un lugar?
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
nos aconsejan no viajar.
Y nos da igual,
hasta que vea el horizonte,
dejando atrás la piel del bisonte,
que no da ya para más.
Y si no estás tú...
Pero existe un lugar...
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
nos aconsejan no viajar.
Y nos da igual,
hasta que vea el horizonte,
dejando atrás la piel del bisonte,
que no da ya para más.
Los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden,
los sentimientos se esconden
y dejan paso al desorden.