En mi casa puedo ver tantas guerras por TV
que hoy la vida parece no valer nada.
Ya no ejerce la razón, ni hay lugar para el amor.
El abismo es quien preside nuestras almas.
Y en el refugio ciego de sus mentes,
nadie quiere ver como la gente
muere sin sentido en este mundo.
Para no sentir.
Para no sufrir.
Ha llegado el tiempo de darse cuenta y no seguir
escapando en la noche de la ignorancia,
de matar el sinrazón, la costumbre de vivir
a la espera de una excusa o de una causa.
Y en el refugio ciego de sus mentes,
nadie quiere ver como la gente
muere sin sentido en este mundo.
Para no sentir.
Para no sufrir.
que hoy la vida parece no valer nada.
Ya no ejerce la razón, ni hay lugar para el amor.
El abismo es quien preside nuestras almas.
Y en el refugio ciego de sus mentes,
nadie quiere ver como la gente
muere sin sentido en este mundo.
Para no sentir.
Para no sufrir.
Ha llegado el tiempo de darse cuenta y no seguir
escapando en la noche de la ignorancia,
de matar el sinrazón, la costumbre de vivir
a la espera de una excusa o de una causa.
Y en el refugio ciego de sus mentes,
nadie quiere ver como la gente
muere sin sentido en este mundo.
Para no sentir.
Para no sufrir.