Sobre un ritmo de aquí te espero...
Les preocupa la mala educación,
pero peor es un tipo sin reputación.
Escupo en el suelo, no me corto un pelo.
Si estoy a solas con un ritmo colegas gritan: ¡Házselo!
Aquí y en cualquier parte,
la mala educación es un arte,
delgada línea, por eso no debe sobrarte.
Tiene tanto de ingenio, como de mal genio,
no c**pen a los padres ni al rap de su empeño.
Cada hombre utiliza una truco,
hay quien vacila de ropa y peluco... prestado,
otros de sueldo y bronceado.
Vaya currículum,
todos tienen un... denominador común,
si yo les contara...
Mi verso es eterno, mis frases siempre están de moda
y ésta es mi colección otoño-invierno,
que salen del cuaderno.
Después pillo el micro y me dedico a escupir,
que no guarda menos arte que esculpir.
De eso puedo presumir.
Mi técnica se os escapa, y a los falsos se les ve venir,
de forma ridícula.
Soy el papel principal de esta película,
cada palabra que Lírico articula.
El bboy gesticula, después me dan la razón...
en la calle,
donde hay más criterio que en los tribunales
y menos misterio.
Chavales lo toman en serio
y se matienen reales,
se amorran a estos manantiales.
Yo hago de esto una ciencia,
ya quemásteis demasiados en hogueras sin razón,
y estas ojeras significan papel y boli.
De veras, no son siempre borracheras.
Yo resuelvo cada día una misión imposible,
con esta sonrisa inconfundible.
Aunque hoy he perdido a los dardos,
hoy he discutido con un colega,
sin hacernos daño, pero sin llevarnos a engaño
[Estribillo]
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (seré breve)
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (si cabe)
Despilfarro, ciencia en cada parrafo,
me como el tarro, sobre el ritmo me revuelco en el barro.
Mi rap es patrimonio universal sin igual,
Zaragoza ciudad, qué mejor postal.
Tal y como os dije sucedió,
no por ser adivino, sino
conozco este camino como la palma de mi mano.
Otras veces pequé de pardillo, pero
aquel fue mi primer ladrillo, y éste es mi castillo.
Esto es de mí para tí, y utilizo esta métrica
para cagarme en el mundo de manera poética,
a mi antojo.
Están los tipos que vigilan de reojo,
y están las madres que no pegan ojo.
No se fían lo más mínimo,
entre el micro y yo es algo íntimo,
quedarse con las caras es legítimo.
Y para bien o para mal me quedo con todas,
desangelados andan los típicos seguidores de modas.
Yo vine al mundo en paracaídas,
para mantener vuestras mentes distraídas,
porque mi rap no sé si suena en tu oficina,
pero sí en los colegios y los atascos,
también en tus cascos.
Si hasta a los trastos se les coge cariño,
quien va a ser capaz de no quererme, o incluso de odiarme,
te permito crucificarme o alabarme,
besarme o fusilarme,
cualquier cosa antes de olvidarme.
Me siento afortunado porque cada colega es una joya,
y cada cual tiene historia.
Cuanto salto a la pista,
reconoces el estilo a simple vista,
me gritan torero por no decir artista.
[Estribillo]
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (sigo en mis trece)
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! y se pregunta por qué...
Les preocupa la mala educación,
pero peor es un tipo sin reputación.
Escupo en el suelo, no me corto un pelo.
Si estoy a solas con un ritmo colegas gritan: ¡Házselo!
Aquí y en cualquier parte,
la mala educación es un arte,
delgada línea, por eso no debe sobrarte.
Tiene tanto de ingenio, como de mal genio,
no c**pen a los padres ni al rap de su empeño.
Cada hombre utiliza una truco,
hay quien vacila de ropa y peluco... prestado,
otros de sueldo y bronceado.
Vaya currículum,
todos tienen un... denominador común,
si yo les contara...
Mi verso es eterno, mis frases siempre están de moda
y ésta es mi colección otoño-invierno,
que salen del cuaderno.
Después pillo el micro y me dedico a escupir,
que no guarda menos arte que esculpir.
De eso puedo presumir.
Mi técnica se os escapa, y a los falsos se les ve venir,
de forma ridícula.
Soy el papel principal de esta película,
cada palabra que Lírico articula.
El bboy gesticula, después me dan la razón...
en la calle,
donde hay más criterio que en los tribunales
y menos misterio.
Chavales lo toman en serio
y se matienen reales,
se amorran a estos manantiales.
Yo hago de esto una ciencia,
ya quemásteis demasiados en hogueras sin razón,
y estas ojeras significan papel y boli.
De veras, no son siempre borracheras.
Yo resuelvo cada día una misión imposible,
con esta sonrisa inconfundible.
Aunque hoy he perdido a los dardos,
hoy he discutido con un colega,
sin hacernos daño, pero sin llevarnos a engaño
[Estribillo]
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (seré breve)
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (si cabe)
Despilfarro, ciencia en cada parrafo,
me como el tarro, sobre el ritmo me revuelco en el barro.
Mi rap es patrimonio universal sin igual,
Zaragoza ciudad, qué mejor postal.
Tal y como os dije sucedió,
no por ser adivino, sino
conozco este camino como la palma de mi mano.
Otras veces pequé de pardillo, pero
aquel fue mi primer ladrillo, y éste es mi castillo.
Esto es de mí para tí, y utilizo esta métrica
para cagarme en el mundo de manera poética,
a mi antojo.
Están los tipos que vigilan de reojo,
y están las madres que no pegan ojo.
No se fían lo más mínimo,
entre el micro y yo es algo íntimo,
quedarse con las caras es legítimo.
Y para bien o para mal me quedo con todas,
desangelados andan los típicos seguidores de modas.
Yo vine al mundo en paracaídas,
para mantener vuestras mentes distraídas,
porque mi rap no sé si suena en tu oficina,
pero sí en los colegios y los atascos,
también en tus cascos.
Si hasta a los trastos se les coge cariño,
quien va a ser capaz de no quererme, o incluso de odiarme,
te permito crucificarme o alabarme,
besarme o fusilarme,
cualquier cosa antes de olvidarme.
Me siento afortunado porque cada colega es una joya,
y cada cual tiene historia.
Cuanto salto a la pista,
reconoces el estilo a simple vista,
me gritan torero por no decir artista.
[Estribillo]
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! (sigo en mis trece)
No habla del estilo quien quiere ¡quiere!
sino quien puede ¡puede!
Por eso el hombre se permite juzgar,
a quien no se debe ¡debe!
Y es como el que no sabe ¡sabe! y se pregunta por qué...