Con el pucho de la vida apretao entre los labios,
la mirada turbia y fría y un poco lerdo el andar,
dobló la esquina del barrio y curda ya de recuerdos
como volcando un veneno esto se le oyó acusar.
Vieja calle de mi barrio donde he dado el primer paso,
vuelvo a vos gastando el mazo en inútil barajar,
con una llaga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos
que se rompió en un abrazo que me diera la verdad.
Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da.
Del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.
Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y si la murga se ríe, hay que saberse reír,
no pensar, ni equivocado... para qué! si igual se vive
y además corrés el riesgo que te bauticen gil...
La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron
cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar,
la experiencia fue mi amante, el desengaño mi amigo,
toda carta tiene contra y toda contra se da.
Hoy no creo ni en mí mismo, todo es grupo, todo es falso
y aquel, el que está más alto, es igual a los demás.
Por eso no ha de extrañarte si alguna noche borracho
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar.
la mirada turbia y fría y un poco lerdo el andar,
dobló la esquina del barrio y curda ya de recuerdos
como volcando un veneno esto se le oyó acusar.
Vieja calle de mi barrio donde he dado el primer paso,
vuelvo a vos gastando el mazo en inútil barajar,
con una llaga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos
que se rompió en un abrazo que me diera la verdad.
Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da.
Del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.
Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y si la murga se ríe, hay que saberse reír,
no pensar, ni equivocado... para qué! si igual se vive
y además corrés el riesgo que te bauticen gil...
La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron
cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar,
la experiencia fue mi amante, el desengaño mi amigo,
toda carta tiene contra y toda contra se da.
Hoy no creo ni en mí mismo, todo es grupo, todo es falso
y aquel, el que está más alto, es igual a los demás.
Por eso no ha de extrañarte si alguna noche borracho
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar.