Era el canario un primor
y era su dueño un pequeño
que velaba con empeño
los cuidados del cantor.
Era un hermoso ejemplar
de color anaranjado
era un preso resignado
a la mision de cantar.
Era muy lindo escuchar
de su garganta sonora
la nota grave que llora
en un constante rolar.
Daba a entender su trinar
que alguna angustia sufría
porque falto de alegria
era su canto un penar.
Un cierto día su dueño
al candoroso pequeño
que se solia extasiar
al observar los fulgores
de tan divinos colores
y tan bonito cantar.
Llegó hasta el cielo su queja
porque vencido a la reja
de la pequeña prisión
en nostalgica agonía
su fiel canario, moría
sin comprender la razón.
Presa de un ondo quebranto
sumió sus ojos en llanto
y con infante emociòn
quitò de la jaula al preso
posò con su boca un beso
sobre el rosado plumaje
y en su mano temblorosa
quedó dormida una rosa,que tenía corazón.
La cajita de madera,(bis)
la misma que contuviera
lapicitos de color
fue la morada postrera
de aquel que en su vida fuera (bis)
su mas preciado valor.
Y en el jardìn de su casa,(bis)
a distancia muy escasa de un legendario nogal
lloró, la pobre criatura (bis)
al cabar la sepultura de su canario cantor.
y era su dueño un pequeño
que velaba con empeño
los cuidados del cantor.
Era un hermoso ejemplar
de color anaranjado
era un preso resignado
a la mision de cantar.
Era muy lindo escuchar
de su garganta sonora
la nota grave que llora
en un constante rolar.
Daba a entender su trinar
que alguna angustia sufría
porque falto de alegria
era su canto un penar.
Un cierto día su dueño
al candoroso pequeño
que se solia extasiar
al observar los fulgores
de tan divinos colores
y tan bonito cantar.
Llegó hasta el cielo su queja
porque vencido a la reja
de la pequeña prisión
en nostalgica agonía
su fiel canario, moría
sin comprender la razón.
Presa de un ondo quebranto
sumió sus ojos en llanto
y con infante emociòn
quitò de la jaula al preso
posò con su boca un beso
sobre el rosado plumaje
y en su mano temblorosa
quedó dormida una rosa,que tenía corazón.
La cajita de madera,(bis)
la misma que contuviera
lapicitos de color
fue la morada postrera
de aquel que en su vida fuera (bis)
su mas preciado valor.
Y en el jardìn de su casa,(bis)
a distancia muy escasa de un legendario nogal
lloró, la pobre criatura (bis)
al cabar la sepultura de su canario cantor.