A la cruz de tus ojos, en madrugada, se pierde el mal
Un nuevo día es tanto que hace bien y que salva
Te vi bailando sola entre exceso y discreción,
buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor dehumedad
En muchos de tus lugares con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón puede perder la calma
Dame de lo que puedas, o se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino, duende de un destino Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
El tiempo y el agua que tiene hoy este río
aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad que está esperando un milagro Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Se van juntando almas, símbolo de un sueño que nace Tantos años de lucha, por tus rincones y calles Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino, duende de un destino Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
Un nuevo día es tanto que hace bien y que salva
Te vi bailando sola entre exceso y discreción,
buscando historia, juntando años
Sobre mí se abre tu flor dehumedad
En muchos de tus lugares con el amor no alcanza
Hasta un buen corazón puede perder la calma
Dame de lo que puedas, o se perderá para siempre
Todo lo que cayó ardió dos veces
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino, duende de un destino Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido
El tiempo y el agua que tiene hoy este río
aún no pudo apagar tanto fuego caído
Vicios de sociedad que está esperando un milagro Algunos los que van, otros clavados al barro
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Se van juntando almas, símbolo de un sueño que nace Tantos años de lucha, por tus rincones y calles Prisionero fugaz que está con vos y con otra
Boca roja de tango que me provoca
Sobre mí se abre tu flor de humedad
Buenos Aires, ciudad del sino, duende de un destino Ante la luz de tus amores, de tu misterio divino,
hoy no sé, mañana tal vez, caiga rendido