Era un concierto de música c**ta
y renacían las fuerzas ocultas
de los antiguos maestros geniales,
de los eternos, de los inmortales
Era un concierto, era el goce más fino
era un contacto con algo divino
era solemne, era casi sagrado
era un placer de lo más elevado
Flautas, violines, trompetas, platillos
sonaban entre corbatas, anillos
entre bolsillos rellenos de plata
entre las llaves de algún colachata
Entre collares, pelucas, colgantes,
entre tapados de piel, entre guantes,
entre abogados y algún escribano
y dos o tres profesoras de piano
La gente oía con mucho entusiasmo
estaban todos al borde del pasmo
es que la música seria, la fina,
le pone a uno la piel de gallina
Era profundo, era algo sublime,
decime vos si no es cierto, decime
si el director a pesar de ser joven
no era la imagen del propio Beethoven
Era el Edén para los que asistían
sonaba justo como ellos querían
sonaba tan c**to, tan elevado,
que tuvo un triste, fatal resultado
Porque de a poco la gente ascendía
bajo el efecto del arte, subía,
iban en busca quizá de la altura
correspondiente a esa música pura
Y las butacas quedaron vacías
toda la gente subía y subía
siempre más alto en el aire tomado
por aquel arte supremo, elevado
Mientras la orquesta seguía tocando
toda la gente se iba estrellando
casi a la vez la cabeza en el techo
quedaban todos los cráneos deshechos
Y por la fuerza de los cabezazos
se fue cayendo el teatro a pedazos
toda la orquesta quedó sepultada
quedó enterrada, quedó mutilada
Y los oyentes seguían sin pausa
subiendo, pero ya por otra causa
ya no era el arte que los elevaba
era la muerte que se los llevaba.
y renacían las fuerzas ocultas
de los antiguos maestros geniales,
de los eternos, de los inmortales
Era un concierto, era el goce más fino
era un contacto con algo divino
era solemne, era casi sagrado
era un placer de lo más elevado
Flautas, violines, trompetas, platillos
sonaban entre corbatas, anillos
entre bolsillos rellenos de plata
entre las llaves de algún colachata
Entre collares, pelucas, colgantes,
entre tapados de piel, entre guantes,
entre abogados y algún escribano
y dos o tres profesoras de piano
La gente oía con mucho entusiasmo
estaban todos al borde del pasmo
es que la música seria, la fina,
le pone a uno la piel de gallina
Era profundo, era algo sublime,
decime vos si no es cierto, decime
si el director a pesar de ser joven
no era la imagen del propio Beethoven
Era el Edén para los que asistían
sonaba justo como ellos querían
sonaba tan c**to, tan elevado,
que tuvo un triste, fatal resultado
Porque de a poco la gente ascendía
bajo el efecto del arte, subía,
iban en busca quizá de la altura
correspondiente a esa música pura
Y las butacas quedaron vacías
toda la gente subía y subía
siempre más alto en el aire tomado
por aquel arte supremo, elevado
Mientras la orquesta seguía tocando
toda la gente se iba estrellando
casi a la vez la cabeza en el techo
quedaban todos los cráneos deshechos
Y por la fuerza de los cabezazos
se fue cayendo el teatro a pedazos
toda la orquesta quedó sepultada
quedó enterrada, quedó mutilada
Y los oyentes seguían sin pausa
subiendo, pero ya por otra causa
ya no era el arte que los elevaba
era la muerte que se los llevaba.