Yo tengo un estilo propio,
soy pintor.
Lo defiendo ante cualquiera, si señor
Y no pinto porque sí,
pinto porque es mi forma de comunicar,
lo que siento,
lo que pienso, en fin
los pocos elementos que puedo aportar.
Pinto toda la mañana sin parar.
Y, después, cuando termino de almorzar,
me voy a la agencia de publicidad y empiezo meta dibujar
macacitos, chotos y carteles, que de alguna forma vienen a enfrentar
mis conceptos sobre la pintura y sobre las funciones que debe tener:
¡Tengo que comer!
Tengo formación de escuela,
soy actor.
Y me exijo siempre para ser mejor.
Me paso estudiando la conducta de la gente y su forma de hablar,
porque quiero que el teatro forme sus raices con la savia popular...
Y después de alguna noche de función,
realizado,
lleno de satisfacción,
me levanto, muerto de hambre, y me voy al estudio
para preparar:
Una toma en la cual aparezco con una sonrisa para declarar,
con la cara más imbécil que me salga y que te puedas imaginar tú:
¡Use esté champú!
Yo no soy de los que cantan por cantar.
Ni me importa cuanto me van a pagar.
Quiero que mi canto sirva como un instrumento para interpretar
de una nueva forma las vivencias cotidianas
de mi gente y mi ciudad.
Aunque digan que no soy un escritor,
ni un poeta, no me importa, soy cantor.
Y en mis letras no persigo la posteridad, sino la claridad.
Quiero que toda la gente entienda, siempre, mis mensajes
sin dificultad.
Y no solo las estupideces que en los jingles tengo que vociferar,
¡Pa' poder morfar!
Yo no tengo plumas por casualidad,
soy un indio apache puro, de verdad.
Soy una de tantas víctimas de la afición del blanco
por andar expandiendo sus dominios
sin respeto por la gente que pueda encontrar...
Quieren hostigar mi raza hasta el final,
ignorando nuestro acervo c**tural.
Nos persiguen y nos hacen la vida imposible,
ya no hay que comer.
Y por eso ya firmé un contrato,
para una película en que voy a hacer,
de indio malo, bruto y asesino
de los pobres blancos que andan por allá...
de casualidad!
soy pintor.
Lo defiendo ante cualquiera, si señor
Y no pinto porque sí,
pinto porque es mi forma de comunicar,
lo que siento,
lo que pienso, en fin
los pocos elementos que puedo aportar.
Pinto toda la mañana sin parar.
Y, después, cuando termino de almorzar,
me voy a la agencia de publicidad y empiezo meta dibujar
macacitos, chotos y carteles, que de alguna forma vienen a enfrentar
mis conceptos sobre la pintura y sobre las funciones que debe tener:
¡Tengo que comer!
Tengo formación de escuela,
soy actor.
Y me exijo siempre para ser mejor.
Me paso estudiando la conducta de la gente y su forma de hablar,
porque quiero que el teatro forme sus raices con la savia popular...
Y después de alguna noche de función,
realizado,
lleno de satisfacción,
me levanto, muerto de hambre, y me voy al estudio
para preparar:
Una toma en la cual aparezco con una sonrisa para declarar,
con la cara más imbécil que me salga y que te puedas imaginar tú:
¡Use esté champú!
Yo no soy de los que cantan por cantar.
Ni me importa cuanto me van a pagar.
Quiero que mi canto sirva como un instrumento para interpretar
de una nueva forma las vivencias cotidianas
de mi gente y mi ciudad.
Aunque digan que no soy un escritor,
ni un poeta, no me importa, soy cantor.
Y en mis letras no persigo la posteridad, sino la claridad.
Quiero que toda la gente entienda, siempre, mis mensajes
sin dificultad.
Y no solo las estupideces que en los jingles tengo que vociferar,
¡Pa' poder morfar!
Yo no tengo plumas por casualidad,
soy un indio apache puro, de verdad.
Soy una de tantas víctimas de la afición del blanco
por andar expandiendo sus dominios
sin respeto por la gente que pueda encontrar...
Quieren hostigar mi raza hasta el final,
ignorando nuestro acervo c**tural.
Nos persiguen y nos hacen la vida imposible,
ya no hay que comer.
Y por eso ya firmé un contrato,
para una película en que voy a hacer,
de indio malo, bruto y asesino
de los pobres blancos que andan por allá...
de casualidad!