Con tus besos despertábamos,
tu dormías mientras Silvia y yo
íbamos a aquella escuela que
nos decías "Vais para aprender".
Y a vivir nos enseñabas tu
cada día mas aún,
con tus ojos llenos de ese amor
por dos hijas locas de ilusión.
Qué no haría yo
por que el tiempo no se fuera, no.
He aprendido a cantar por ti lo sé
en las noches de estío en el café
he adquirido mi coraje.
Y he encontrado el camino y la alegría
de tu fuerza y de tu melancolía,
de tu imagen de tu instante.
En las fiestas no te vi jamás
las pasamos siempre con mamá,
el trabajo te alejaba un día
y tu soledad la hacia mía.
Qué no haría yo
para darte el tiempo que pasó.
He aprendido a entregarme como tu
arriesgándolo todo y mas aún.
He aprendido tu coraje.
y he entendido tus típicas manías
que ahora son para mi tu gran virtud,
pues la meta de mi viaje eres tu.
Y es así,
soy como tu.
Siempre algo más,
cada sonrisa
y cada lágrima.
He adquirido tu coraje.
Y he aprendido a saber en quién confiar
en la vida yo sigo sin dudar,
mi camino en este viaje por ti,
junto a ti.
He adquirido mi coraje.
Me despierto en casa cada día,
pienso en cuando ayer no te tenía
y también en qué podría hacer
para darte el tiempo que se fue.
tu dormías mientras Silvia y yo
íbamos a aquella escuela que
nos decías "Vais para aprender".
Y a vivir nos enseñabas tu
cada día mas aún,
con tus ojos llenos de ese amor
por dos hijas locas de ilusión.
Qué no haría yo
por que el tiempo no se fuera, no.
He aprendido a cantar por ti lo sé
en las noches de estío en el café
he adquirido mi coraje.
Y he encontrado el camino y la alegría
de tu fuerza y de tu melancolía,
de tu imagen de tu instante.
En las fiestas no te vi jamás
las pasamos siempre con mamá,
el trabajo te alejaba un día
y tu soledad la hacia mía.
Qué no haría yo
para darte el tiempo que pasó.
He aprendido a entregarme como tu
arriesgándolo todo y mas aún.
He aprendido tu coraje.
y he entendido tus típicas manías
que ahora son para mi tu gran virtud,
pues la meta de mi viaje eres tu.
Y es así,
soy como tu.
Siempre algo más,
cada sonrisa
y cada lágrima.
He adquirido tu coraje.
Y he aprendido a saber en quién confiar
en la vida yo sigo sin dudar,
mi camino en este viaje por ti,
junto a ti.
He adquirido mi coraje.
Me despierto en casa cada día,
pienso en cuando ayer no te tenía
y también en qué podría hacer
para darte el tiempo que se fue.