Yo pensaba que mamá era una virgen preñada,
que, si me concentraba, andar por el agua sería una cosa de niños. Pero nada, yo mordí la manzana, la vergüenza mordió al pudor, no levanté tu sotana para darte amor, ni recé tu oración.
Tenéis buena intención, queréis salvar mi alma,
sabemos que queréis dinero, así que, calma.
Tenéis buena intención, queréis que siga el juego,
siglo tras siglo, vendiéndonos el cielo.
Y otra vez, otra vez, llueve en Semana Santa.
No, no nos venderán esos castillos en el aire,
no, no nos venderán que bebamos su sangre.
Y a no quedan santos, ni dios, ni dios,
ni dios que os aguante.
Con el tiempo advertí que el diablo está dentro
de cardenales obispos y reyes,
que quieren que c**plas las leyes que asustan al pueblo.
Yo soñaba que el demonio dormía a mi lado,
y el insomnio me llevó al pecado
y a comerme y beberme la vida porque es un regalo.
Tenéis buena intención, queréis salvar mi alma,
sabemos que queréis dinero, así que, calma.
Tenéis buena intención, queréis que siga el juego,
siglo tras siglo, vendiéndonos el cielo
Y otra vez, otra vez, llueve en Semana Santa.
No, no nos venderán esos castillos en el aire,
no, no nos venderán que bebamos su sangre.
Ya no quedan santos, ni dios, ni dios,
Ni dios que os aguante.
que, si me concentraba, andar por el agua sería una cosa de niños. Pero nada, yo mordí la manzana, la vergüenza mordió al pudor, no levanté tu sotana para darte amor, ni recé tu oración.
Tenéis buena intención, queréis salvar mi alma,
sabemos que queréis dinero, así que, calma.
Tenéis buena intención, queréis que siga el juego,
siglo tras siglo, vendiéndonos el cielo.
Y otra vez, otra vez, llueve en Semana Santa.
No, no nos venderán esos castillos en el aire,
no, no nos venderán que bebamos su sangre.
Y a no quedan santos, ni dios, ni dios,
ni dios que os aguante.
Con el tiempo advertí que el diablo está dentro
de cardenales obispos y reyes,
que quieren que c**plas las leyes que asustan al pueblo.
Yo soñaba que el demonio dormía a mi lado,
y el insomnio me llevó al pecado
y a comerme y beberme la vida porque es un regalo.
Tenéis buena intención, queréis salvar mi alma,
sabemos que queréis dinero, así que, calma.
Tenéis buena intención, queréis que siga el juego,
siglo tras siglo, vendiéndonos el cielo
Y otra vez, otra vez, llueve en Semana Santa.
No, no nos venderán esos castillos en el aire,
no, no nos venderán que bebamos su sangre.
Ya no quedan santos, ni dios, ni dios,
Ni dios que os aguante.