Carta de Sonia Grace,
como una sentencia emocional,
llega cuando uno cree,
que todo tiene su final
Llega de tan lejos que quiero llorar...
"Te echo de menos..."
se leía sólo al comenzar.
"Un beso, hasta luego"
como despedida y sin firmar
Las historias no van bien aquí,
necesito tanto tu placer,
o algo que me haga presumir
de que me asusta perder.
Cuando regreses aquí estaré,
el mismo sitio donde te conocí,
de blanco y en un rincón
y con un dardo en el corazón
Sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
A veces me acuerdo
de un paseo de lo más triunfal.
Tú yo y el viento,
regalándonos inmensidad.
Las historias no van bien aquí,
necesito tanto tu placer,
o algo que me haga presumir
de que me asusta perder.
Cuando regreses aquí estaré,
el mismo sitio donde te conocí,
de blanco y en un rincón
y con un dardo en el corazón
Sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
Y sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
Y sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
como una sentencia emocional,
llega cuando uno cree,
que todo tiene su final
Llega de tan lejos que quiero llorar...
"Te echo de menos..."
se leía sólo al comenzar.
"Un beso, hasta luego"
como despedida y sin firmar
Las historias no van bien aquí,
necesito tanto tu placer,
o algo que me haga presumir
de que me asusta perder.
Cuando regreses aquí estaré,
el mismo sitio donde te conocí,
de blanco y en un rincón
y con un dardo en el corazón
Sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
A veces me acuerdo
de un paseo de lo más triunfal.
Tú yo y el viento,
regalándonos inmensidad.
Las historias no van bien aquí,
necesito tanto tu placer,
o algo que me haga presumir
de que me asusta perder.
Cuando regreses aquí estaré,
el mismo sitio donde te conocí,
de blanco y en un rincón
y con un dardo en el corazón
Sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
Y sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar
Y sabes bien
que no hay un lugar
para olvidar
cada despertar