Deberíamos pararnos
y hacer caso a ese cartel:
¿Quiénes somos para odiarnos,
para amarnos sin piedad?
Somos como rascacielos
esperando su oportunidad
desde el suelo.
Este viaje desafía
vuestra fábula moral,
los errores, la apatía,
la incoherencia de saber
lo difícil que es volver
las palabras en algo real
que se pueda ver.
Tal vez al regresar
aún sigas ahí.
y hacer caso a ese cartel:
¿Quiénes somos para odiarnos,
para amarnos sin piedad?
Somos como rascacielos
esperando su oportunidad
desde el suelo.
Este viaje desafía
vuestra fábula moral,
los errores, la apatía,
la incoherencia de saber
lo difícil que es volver
las palabras en algo real
que se pueda ver.
Tal vez al regresar
aún sigas ahí.