Sales sin afeitar,
en su mirada la soledad
buscando una oscura flor,
sigue la ruta de su corazón.
Cada noche es igual,
en sus manos frío otoñal
nadie escucha su voz,
que olvidada en cualquier rincón.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.
Sin saber jamás qué hora es,
sin saber qué soy, ni lo que fue ayer.
Alzando los dedos van,
la suerte no le acompañará,
no le asusta pensar,
sólo un viejo tras de mi desván.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.
Sin saber jamás qué hora es,
sin saber qué soy, ni lo que fue ayer.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.
en su mirada la soledad
buscando una oscura flor,
sigue la ruta de su corazón.
Cada noche es igual,
en sus manos frío otoñal
nadie escucha su voz,
que olvidada en cualquier rincón.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.
Sin saber jamás qué hora es,
sin saber qué soy, ni lo que fue ayer.
Alzando los dedos van,
la suerte no le acompañará,
no le asusta pensar,
sólo un viejo tras de mi desván.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.
Sin saber jamás qué hora es,
sin saber qué soy, ni lo que fue ayer.
A sus espaldas un camino hacia el sur,
no ha de parar hasta encontrar la luz.
En su bolsillo recuerdos sin valor
y la sonrisa que el azar nunca le enseñó.