Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que quiero, amor.
Busco la miel en tus labios
como la abeja en la flor,
en unos brazos extraños
sin encontrar tu sabor.
Ya no me quedan más besos,
aptos para otra mujer,
aunque tengo los que pienso
derraman sobre tu piel.
Quiero tenerte,
y quiero que me abraces, niña,
para morder tus labios
igual que te lo hacía antes.
Donde te gusta, si quieres,
poder acariciarte, niña,
ocultarme en tí
para poder ser tú.
Para poder ser tu
camaleónico amante.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Porque sin ti no soy nada,
soy un desierto de amor,
un espejismo del alma
que marchitó en mi interior.
Sal en el azucarero,
ese fue mi gran error,
y ahora al igual que tus labios
ha enmudecido tu voz.
Quiero tenerte,
y quiero que me abraces, niña,
para morder tus labios
igual que te lo hacía antes.
Donde te gusta, si quieres,
poder acariciarte, niña,
ocultarme en tí
para poder ser tú.
Para poder ser tu
camaleónico amante.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que quiero, amor.
Busco la miel en tus labios
como la abeja en la flor,
en unos brazos extraños
sin encontrar tu sabor.
Ya no me quedan más besos,
aptos para otra mujer,
aunque tengo los que pienso
derraman sobre tu piel.
Quiero tenerte,
y quiero que me abraces, niña,
para morder tus labios
igual que te lo hacía antes.
Donde te gusta, si quieres,
poder acariciarte, niña,
ocultarme en tí
para poder ser tú.
Para poder ser tu
camaleónico amante.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Porque sin ti no soy nada,
soy un desierto de amor,
un espejismo del alma
que marchitó en mi interior.
Sal en el azucarero,
ese fue mi gran error,
y ahora al igual que tus labios
ha enmudecido tu voz.
Quiero tenerte,
y quiero que me abraces, niña,
para morder tus labios
igual que te lo hacía antes.
Donde te gusta, si quieres,
poder acariciarte, niña,
ocultarme en tí
para poder ser tú.
Para poder ser tu
camaleónico amante.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón.
Dame lo que quiero, amor.
Dame lo que guardas tú
en el fondo de tu corazón