Desde pequeñitos
teníamos un plan:
si algo no funciona
lo vuelves a intentar.
Típica frase que
no puedo olvidar
porque por aquel entonces
todo le salía mal.
Por eso no (no, no, no)
quería sentarse en el sofá.
Por eso no (no, no, no)
podía abandonar.
Unas veces mal
y otras veces peor,
pero no por eso
perdía la ilusión.
Al contrario, todavía
se ponía más cabezón.
Y tras mucho intentarlo,
llego a la conclusion.
Por eso no (no, no, no)
quería sentarse en el sofá.
Por eso no (no, no, no)
podía abandonar.
teníamos un plan:
si algo no funciona
lo vuelves a intentar.
Típica frase que
no puedo olvidar
porque por aquel entonces
todo le salía mal.
Por eso no (no, no, no)
quería sentarse en el sofá.
Por eso no (no, no, no)
podía abandonar.
Unas veces mal
y otras veces peor,
pero no por eso
perdía la ilusión.
Al contrario, todavía
se ponía más cabezón.
Y tras mucho intentarlo,
llego a la conclusion.
Por eso no (no, no, no)
quería sentarse en el sofá.
Por eso no (no, no, no)
podía abandonar.