Acaso te llamaras
solamente Maria;
no se si eras el eco
de una vieja cancion,
pero hace mucho, mucho,
fuiste hondamente mia
en un paisaje triste
desmayado de amor.
El otoño te trajo
mojando de agonia
tu sombrerito pobre
y el tapado marron.
Eras como la calle
de la melancolia
que llovia, llovia
sobre mi corazon.
Maria,
en las sombras de mi pieza
es tu paso el que regresa;
Maria,
es tu voz pequeña y triste,
la del dia que dijiste:
ya no hay nada entre los dos.
Maria,
la mas mia la lejana,
si volviera otra manaña
por las calles del adios...
Tus ojos eran puertos
que aguardaban ausentes
su horizonte de sueños
y un silencio de flor
pero tus manos buenas
regresaban clementes
para curar mi fiebre,
desteñidas de amor.
Un otoño te trajo,
tu nombre era Maria,
y nunca supe nada
de tu rumbo infeliz.
Eras como el paisaje
de la melancolia
que llovia, llovia
sobre la calle gris...
solamente Maria;
no se si eras el eco
de una vieja cancion,
pero hace mucho, mucho,
fuiste hondamente mia
en un paisaje triste
desmayado de amor.
El otoño te trajo
mojando de agonia
tu sombrerito pobre
y el tapado marron.
Eras como la calle
de la melancolia
que llovia, llovia
sobre mi corazon.
Maria,
en las sombras de mi pieza
es tu paso el que regresa;
Maria,
es tu voz pequeña y triste,
la del dia que dijiste:
ya no hay nada entre los dos.
Maria,
la mas mia la lejana,
si volviera otra manaña
por las calles del adios...
Tus ojos eran puertos
que aguardaban ausentes
su horizonte de sueños
y un silencio de flor
pero tus manos buenas
regresaban clementes
para curar mi fiebre,
desteñidas de amor.
Un otoño te trajo,
tu nombre era Maria,
y nunca supe nada
de tu rumbo infeliz.
Eras como el paisaje
de la melancolia
que llovia, llovia
sobre la calle gris...