La conocí en Puente Alsina
en el corsito del barrio.
Yo iba de presidiario
y ella de colombina.
Jugamos con serpentina,
después con papel picado,
y al rato de haber charlado
temblando le confesé:
quisiera mirarla a Ud., mamá,
sin su antifaz colorado...
y no, muy fea no era la mina,
a las cuatro hermanas mayores
tuvieron que tirarlas, mama mía!
Pa que se lo habré pedido
casi caí desmayado
tenía el cuero arrugado
y un ojo lo había perdido.
Tenía el labio partido,
le faltaban cinco dientes,
y una bocaza sonriente
grandota como un buzón,
la nariz como un morrón,
y pelos hasta en la frente.
Se fue acercando mimosa
mientras abría los brazos.
Yo esquivé el zarpaso,
y ella seguía mimosa.
Cuando la ví peligrosa
le dije en tono galante:
-Mañana mi sol brillante,
dónde te puedo encontrar?
-Mañana? en el Sangrilá,
soy la mujer elefante.
Ni Drácula, el hombre mono,
ni Frankestein eran nada,
yo solté la carcajada
y ella explotó como un globo.
Al rato vino el retobo,
la ví que alzaba la mano,
cerré los ojos hermano
no sé que pasó después,
estoy en la sala diez...
(Hay mamita como pica el yeso)
del Hospital Italiano
en el corsito del barrio.
Yo iba de presidiario
y ella de colombina.
Jugamos con serpentina,
después con papel picado,
y al rato de haber charlado
temblando le confesé:
quisiera mirarla a Ud., mamá,
sin su antifaz colorado...
y no, muy fea no era la mina,
a las cuatro hermanas mayores
tuvieron que tirarlas, mama mía!
Pa que se lo habré pedido
casi caí desmayado
tenía el cuero arrugado
y un ojo lo había perdido.
Tenía el labio partido,
le faltaban cinco dientes,
y una bocaza sonriente
grandota como un buzón,
la nariz como un morrón,
y pelos hasta en la frente.
Se fue acercando mimosa
mientras abría los brazos.
Yo esquivé el zarpaso,
y ella seguía mimosa.
Cuando la ví peligrosa
le dije en tono galante:
-Mañana mi sol brillante,
dónde te puedo encontrar?
-Mañana? en el Sangrilá,
soy la mujer elefante.
Ni Drácula, el hombre mono,
ni Frankestein eran nada,
yo solté la carcajada
y ella explotó como un globo.
Al rato vino el retobo,
la ví que alzaba la mano,
cerré los ojos hermano
no sé que pasó después,
estoy en la sala diez...
(Hay mamita como pica el yeso)
del Hospital Italiano