Desde mi puerta al fin del mundo,
yo sé que estás ahí.
Sé bien que oís mi voz.
En tus manos frías la más blanca nieve
nunca dejó de estar,
dentro del alma cae.
Por esta noche la luna es nuestra.
No hay nada que temer,
no hay nadie cerca.
El viento sopla y a nadie importa
y me hace sentir tan bien.
Has que no llegue el sol.
yo sé que estás ahí.
Sé bien que oís mi voz.
En tus manos frías la más blanca nieve
nunca dejó de estar,
dentro del alma cae.
Por esta noche la luna es nuestra.
No hay nada que temer,
no hay nadie cerca.
El viento sopla y a nadie importa
y me hace sentir tan bien.
Has que no llegue el sol.