Bar de carretera, seis de la mañana,
Sólo tres clientes, cuatro el dueño y cinco yo
Bebimos en silencio, como beben los cansados,
Y, cosas de la noche, comenzó a sonar en mi voz
Nunca tuve suerte, ni muchos amigos,
Y he luchado tanto por amar;
Pero este año nuevo, con mi nuevo año,
Me encontré que un angel de mí se enamoró
Conocí los cielos, y aprendí a volarlos,
Y viví en la tierra por casualidad;
Y una estrella mala me robó mi angel,
Tuvo envidia de ella, de su luz y su calor
Ya no creo en las estrellas; Desde aquí parecen buenas
Pero roban los amores con la luz;
Y si luego las persigues, Si les hables y les pides
No te alumbran el camino
Y te encuentras de mañana en cualquier bar
Bar de carretera, seis de la mañana,
Sólo tres clientes, cuatro el dueño y cinco yo
Bebimos en silencio, como beben los cansados,
Y, cosas de la noche, comenzó a sonar en mi voz
Conocí los cielos, y aprendí a volarlos,
Y viví en la tierra por casualidad;
Hasta que una estrella me robó mi angel,
Tuvo envidia de ella, de su luz y su calor
Ya no creo en las estrellas; Desde aquí parecen buenas
Pero roban los amores con la luz;
Y si luego las persigues, Si les hables y les pides
No te alumbran el camino
Y te encuentras de mañana en cualquier bar
Sólo tres clientes, cuatro el dueño y cinco yo
Bebimos en silencio, como beben los cansados,
Y, cosas de la noche, comenzó a sonar en mi voz
Nunca tuve suerte, ni muchos amigos,
Y he luchado tanto por amar;
Pero este año nuevo, con mi nuevo año,
Me encontré que un angel de mí se enamoró
Conocí los cielos, y aprendí a volarlos,
Y viví en la tierra por casualidad;
Y una estrella mala me robó mi angel,
Tuvo envidia de ella, de su luz y su calor
Ya no creo en las estrellas; Desde aquí parecen buenas
Pero roban los amores con la luz;
Y si luego las persigues, Si les hables y les pides
No te alumbran el camino
Y te encuentras de mañana en cualquier bar
Bar de carretera, seis de la mañana,
Sólo tres clientes, cuatro el dueño y cinco yo
Bebimos en silencio, como beben los cansados,
Y, cosas de la noche, comenzó a sonar en mi voz
Conocí los cielos, y aprendí a volarlos,
Y viví en la tierra por casualidad;
Hasta que una estrella me robó mi angel,
Tuvo envidia de ella, de su luz y su calor
Ya no creo en las estrellas; Desde aquí parecen buenas
Pero roban los amores con la luz;
Y si luego las persigues, Si les hables y les pides
No te alumbran el camino
Y te encuentras de mañana en cualquier bar